El Asador en Mazagón logró reunir a 160 personas en su menú solidario de Nochebuena el año pasado, mostrando que la empatía hacia otros y las buenas obras siempre generan emociones y experiencias todavía más espectaculares. Este año, por noveno año consecutivo, la volverán a repetir para todas aquellas personas que no tengan que comer en este día tan señalado.

Los menús que terminan con la soledad

En estos menús de Nochebuena de El Asador en Mazagón han conseguido crear una comida completa, básica y humilde, pero muy apetecible que además de llenar los estómagos, alegran los corazones y hacen énfasis en la bonita acción de compartir.

Los diseñaron con la idea de que estos lleven un poco de caldo, pollo asado, un poco de pan y su bebida, además de un postre que suele constar de una fruta. Con estas actividades, el pueblo colabora con sus semejantes, siendo una temporada en la que los buenos valores se hacen realidad.

Es normal que en Mazagón se hayan labrado la fama de que allí nadie pasa hambre. Todo comenzó con Pepe Reina, el ex-dueño de una taberna de Mazagón y padre de la hija que ahora tiene El Asador, quien, amablemente daba de comer gratis a las personas necesitadas una vez a la semana. Para los platos que les daba, no utilizaba ningún alimento a punto de caducar ni sobras, sino que elaboraba el menú con cariño, proporcionándoles un plato a la carta.

Según cuenta Pepe, En Directo, él veía por ahí a "muchos africanos que no tenían nada" y él les proporcionaba todo lo que podía. En ese momento de reflexión, se le ocurrió que también podía ofrecer alguna comida gratis para esos días tan especiales y memorables como el de Nochebuena, pensando en todas las personas que realmente necesitaban un plato reconfortante y compañía ese día.

Pepe repitió su buena obra durante años, manteniendo su costumbre, incluso después de jubilarse.

El Asador en Mazagón, parte del legado de Pepe

El legado de Pepe continúa ahora con el trabajo de su hija y su yerno, quienes se iniciaron en el mundo de la hostelería con El Asador en Mazagón, después de que Pepe cerrara la taberna y les cediera un local.

Ahí, están continuando con sus valores, generando una actividad totalmente altruista, como ellos la definen y que realizan por satisfacción propia, aportándoles una sonrisa y raudales de alegría al ver que pueden cooperar en la realización de una sociedad mejor.

Ellos cuentan que siempre hay personas que echan una mano. Como el frutero del pueblo que aporta la fruta para el postre o el panadero de la zona de Los Corrales que este año se ha animado a donar el pan. Según Pepe, todo ha subido más, pero a ellos no les importa perder un poco de dinero.

Un trabajo que comienza de madrugada

Según explica Pepe, el día antes de Nochebuena comienzan a preparar "una enorme olla profesional de caldo" a la que suelen echar varios alimentos.

Durante la madrugada preparan los pollos asados que se van a repartir. Pepe relata que cada pollo asado es para una persona y con él se puede comer y cenar, porque da para dos comidas.

Hasta El Asador en Mazagón llegan cada año decenas de personas que también se acercan de pueblos cercanos. En la comida de Nochebuena del año pasado cuentan que llegaron a repartir hasta 160 pollos de una sola vez. Este año desconocen qué pasará, pero de lo que sí están seguros es que se sentirán bien, cooperando y ayudando en la temporada de Navidad.