Boris Johnson, uno de los grandes impulsores del Brexit, ha logrado el puesto de primer ministro de Reino Unido, lo que implicaría el inicio de una importante crisis política a nivel europeo.

El nuevo líder de la fuerza política “tory” ha logrado imponerse a su adversario, Hunt, con un total del 66% de los votos, una cifra muy superior a la esperada.

El político pertenece a ese grupo clasista educado en las aulas de Eton y Oxford, que solo piensa en su propio beneficio, no en el país

Boris Johnson, el nuevo líder de la fuerza política conservadora, es un hombre que se ha caracterizado por no ser muy fiable en lo que dice, ya que, a lo largo de su carrera en política ha demostrado que tanto sus ideas como sus alianzas son, en realidad, cromos completamente intercambiables, según sean sus intereses.

A veces se apoya en los liberales, otras en fuerzas más conservadoras, pero siempre con el único objetivo de poder vivir lo mejor posible y llevar a cabo sus ambiciones.

Es un político más formado en Oxford y en Eton, dentro del sistema perenne de las clases sociales británicas. Este tipo de políticos piensan así: porque se lo merece por ser quien es y porque el país se lo debe por el mero hecho de haber nacido.

Esta vez ha tenido que enfrentarse a Jeremy Hunt, actual ministro de Asuntos Exteriores, que solo logró el 44% de los apoyos de sus militantes

Un total de 190.000 militantes (solo un 0,3% de los ciudadanos que forman parte del partido a nivel nacional) han sido los que han decidido entre los dos candidatos.

El recuento de sus votos confirmó, ayer mismo, que Boris Johnson será el nuevo líder de los “Tory”, y hoy llevará a cabo la escenificación de esta victoria (que es otro objetivo en su carrera conseguido) con su entrada triunfal en el mítico número 10 de Downing Street, lo que significa que el político ha llegado a conseguir un nuevo sueño para él.

Muchos periodistas que llevan años siguiéndole, aseguran que lograr este puesto ha sido una verdadera obsesión para el político, a lo largo de toda su vida.

La fiesta para Johnson acaba de empezar y podría terminar muy mal si el político inglés comete algún error o el escenario político no le favorece. Muy pocos primeros ministros de la historia de Reino Unido han tenido que enfrentarse a una tarea tan complicada como la que tiene Johnson, aunque, paradójicamente, él es uno de los grandes responsables de la actual situación del país.

El próximo 31 de octubre, Reino Unido debería salir de la Unión Europea, una campaña que él mismo lideró para poder alcanzar Downing Street. La apuesta le salió mejor de lo pensado: Theresa May se estrelló en sus planes y solo quedó su figura para poder salvar al partido del naufragio.