En España poseemos una legislación que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos; concretamente el Real Decreto 287/2002 de marzo, por el que se desarrolla la ley 50/99 de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos. Más tarde se desarrolló el Real Decreto 1570/2007 de 30 de noviembre, por el que se modificó el RD 287/2002, pero la parte de más peso al respecto de la regulación de los PPP recae sobre el RD del 2002. En ciertas comunidades autónomas existen normativas y ordenanzas que modifican la clasificación de las razas consideradas potencialmente peligrosas.
Hay profesionales del área veterinaria, específicamente del comportamiento, que defienden la idea que el factor primordial para que la mayor parte de lo perros muestren comportamientos agresivos hacia otros animales o personas es el mal aprendizaje que reciben, incluyendo procesos de socialización siendo cachorros y la respuesta errónea por parte del entorno humano con las que se relaciona.
Por estas razones, profesionales, dueños de razas PPP, animal lovers, incluso de personas que sin tener perros ponen en duda la efectividad de las leyes que regulan la tenencia de estas razas. Cualquier raza de perro puede presentar una conducta agresiva debido a una patología orgánica o sin causa física aparente, la diferencia radica en el daño que pueda provocar este tipo de raza sobre las de menos potencia física y fuerza en su mordida.
Alerta sobre el comportamiento del animal
Hace sólo unos días el diario digital “El Comercio” en su edición de este 28 de enero informaba que una mujer de unos 69 años fue atacada en la localidad de Pando por un Pitbull que salió de la casa donde su dueña, aunque ésta aseguraba que estaba atado. “No lo vio venir. Se abalanzó sobre ella mordiéndola por todos lados, la movía como si fuese una muñeca de trapo”, contaba uno de los testigos que acudió a socorrerla.
Indican además otros testigos que “la madre de la dueña del animal salió a buscarlo y acabó con un brazo ensangrentado porque seguro que la mordió a ella también. Ni a ella le había caso”.
Los sanitarios atendieron a la víctima en el lugar de lo hechos, posteriormente fue trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Según el diario digital “El Comercio” un día después la mujer aún se encontraba en el HUCA. Este es un caso en el que el perro tiene todos los papeles al día y estaba atado dentro de la finca donde vive o vivía porque ahora se encuentra en el albergue municipal de Langreo hasta que se resuelva el caso.
Los vecinos de la zona ya habían alertado del comportamiento de este perro en particular puesto que ya había mostrado actitudes agresivas, “estaba claro que algo iba a pasa con este perro, se le veía nervioso y agresivo".
Un test de temperamento puede medir la agresividad de un perro
Si la respuesta de un perro de la raza que sea tiene como ingrediente principal la forma en que es criado ¿por qué se sigue castigando al perro?.
Falta mucho para cambiar el pensamiento negativo que tiene la sociedad, la triste realidad llega en forma de abandono en perreras, en historias de protectoras o refugios donde saben que la adopción de estas razas es bastante menor que cualquier otra. Injusticia que radica más
Lo cierto es que sí, mediante pruebas de carácter, a través de test de temperamento o evaluación de la conducta. En Australia un test de carácter podría suponer la eutanasia; así es, al parecer en la mayoría de los perros que no logran pasar la evaluación de conducta. No quiero dispersarme solo agregar que se les critica la falta de estandarización en las pruebas.
Una de las reglas más importantes en la ciencia es que un experimento, para que sea real y considerado como bueno, debe arrojar los mismos resultados cada vez que se replica según las mismas condiciones en las que se reprodujo la primera vez.
Bajo esta premisa, ¿tener un PPP es resultado seguro de conducta agresiva?.
En etología se define agresividad canina como una respuesta a un determinado estímulo consistente en la amenaza y/o ataque del perro dirigida hacia otro individuo de igual o diferente especie. No hay conductas agresivas sin razón por parte de un perro; se da por patología física o por un hecho que desencadene esa respuesta, esto quiere decir que si no se dan alguna de estas situaciones el animal no debería presentar este tipo de conducta, implica por lo tanto, que se dan por escenarios o estimulado por condiciones clínicas específicas.
Las razas determinadas como PPP no son las que muerden con mayor frecuencia
La AVMA (American Veterinary Medical Association) explica que las razas determinadas como PPP no son las que muerden con mayor frecuencia, lo que sucede es que el daño que puede ocasionar es mayor.
Se puede concluir que la fama de peligroso es injusta si sabemos que depende más del proceso de crianza que tenga desde cachorro.
Para que el estado emocional de un perro se mantenga equilibrado necesita tener un correcto aprendizaje producto de una crianza, manejo y socialización apropiado. ¿Cómo enfocar una tenencia responsable desde el punto de vista legal?. Habría que evitar la cría de manera descontrolada, trabajar en su proceso de socialización desde el principio y evitar la adopción o venta de perros a personas que no sean aptas para educarles adecuadamente.
Asimismo, se debería proceder a la esterilización de perros que no se reproduzcan legalmente, formación o cursos que les enseñe cómo educar y manejar a perros y realizar un seguimiento de los animales comprados y adoptados para evitar y controlar los abandonos y el uso que se les da.
Aquellos perros que reciben un trato inadecuado a modo de castigo físico o verbal por parte de sus dueños podría estar relacionado con una respuesta agresiva hacia ellos o el medio, aludiendo a la relación perro-dueño. Otra variable es la que se presenta cuando se les deja al cuidado de una propiedad lo que dificulta el proceso de socialización con personas y otros animales, lo que podría aumentar una conducta agresiva.
No sirve una ley que determine razas como potencialmente peligrosas si potencialmente pueden ser peligrosos todos los perros, sean de la raza que sean. Lo fácil es lo que hay, lo correcto es la tarea que está pendiente, la crueldad que viven a diario aquellos que terminan en manos inadecuadas mueven las ganas de que las cosas cambien.