Mis queridos lectores soy venezolano de nacimiento, he vivido más de 50 años en ese hermoso y bello país, lleno de gente joven que desea crecer, convivir, estudiar, desarrollarse y trabajar para un porvenir pleno de esperanzas. Estas son algunas de las ideas que cualquier persona tiene sobre su vida, pero lamentablemente en Venezuela ya no existe nada de eso, solo hay inseguridad, pobreza, hambre, sufrimiento, falta de alimentos, falta de medicinas entre otras muchas cosas que perdimos los venezolanos cuando se estableció un régimen ya confirmado, narco-comunista, dictatorial, donde no le importa el pueblo.

La prensa se hace eco de la situación

Cualquier noticia que se lea te mostrará como ríos completos de personas, hombres, mujeres y niños abandonan el país, que ha sido tomado por delincuentes y por mafias. Ya nadie está a salvo, si te quejas te llevan preso, sin derechos ni garantías, te torturan y hasta puedes perder la vida. Si sales a trabajar no hay transporte, y lo delincuentes pueden matarte. No hay efectivo, y comprar con débito o crédito triplica el precio de los pocos productos que logres conseguir. No hay electricidad, se acabó la tecnología, no hay repuestos de vehículos, si te enfermas puedes morir no hay atención ni medicamentos y así podría seguir contando tantas cosas que se perdieron, que se acabaron, que ya no existen.

El país tiene un retroceso de aproximadamente 30 años. Gobiernan los indolentes y los pranes (líder preso de una banda dentro de la cárcel) de las cárceles. Realmente son muchas deficiencias para vivir.

¿Quién ayuda al pueblo?, ¿Quién ayuda a un país?

Muchos países han puesto un grano de arena para ayudar al pueblo, pero no ha sido suficiente, la gente sigue saliendo y el presidente del régimen solo se burla, se ríe, del dolor del pueblo.

Eso en un Gobierno elegido, no, ese es un estado usurpado. Venezuela necesita más que un grano de arena, necesita al mundo entero, para retirar del estado a esos indolentes. Piensen en el sufrimiento de los niños que mueren de hambre, que ya no estudian, que no tienen esperanzas, que no juegan con juguetes, que sociedad se está creando.

Piensen en los padres y familiares, que vida deben llevar para luchar contra todo por el bienestar de sus hijos. Hago un ruego para que todos los países se aboquen, se reúnan y tomen medidas que sean más certeras y más eficientes para retirar a los indolentes que se apoderaron del Gobierno de Venezuela.