Willian Borges está llamado a ser uno de los protagonistas en este mercado de transferencias. El jugador viene de firmar un Mundial destacado, y varios medios deportivos han situado al atacante canarinho dentro de la órbita del FC Barcelona.

Una de las grandes sorpresas del Mundial.

Fuentes de Sky Sports aseguran que el conjunto blaugrana ya habría lanzado una ofensiva de 50 kilos al Chelsea, cantidad que de primeras se hubiese declinado, obligando a la escuadra catalana a incrementar sus pretensiones económicas, con un tope de 60.

Willian tiene contrato en vigor hasta 2020, y por ahora, no está dispuesto a prolongar su compromiso con el cuadro londinense.

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Factores negativos que no propician su contratación.

Sin embargo, bajo mi punto de vista existen una serie de motivos por los que el Barcelona no debería arriesgarse en su contratación:

  • Edad: No contemplo factible adquirir un jugador que ya roza la treintena (cumplirá 30 en agosto).
  • Posición en el campo: La entidad culé firmó este mismo año a Phillippe Coutinho y Ousmane Dembélé, jugadores de banda, ofensivos, por lo que el fichaje del brasileño no es lógico. La línea de ataque está del todo cubierta y no le garantizaría un hueco en el equipo.
  • Precio: Abonar 60 millones, o incluso más, me parece una auténtica locura. El mercado ofrece oportunidades más interesantes y asequibles.
  • Extracomunitario: Ahora mismo, el Barcelona no dispone de una plaza libre de extracomunitario. Con Coutinho, Mina y la reciente incorporación de Arthur, ha agotado el cupo, y si finalmente el club decide abordar su contratación, habrá al menos un damnificado. En este caso, podría ser el cafetero Yerry Mina, ya sea en calidad de cedido o bien mediante traspaso.
  • Otras prioridades: La marcha de Andrés Iniesta a Japón ha dejado un vacío enorme en su medular. Opino que el club debe priorizar la llegada de un centrocampista creativo puro, ya sea Adrien Rabiot o Frenkie De Jong.
  • Estilo de juego: Chelsea y Barcelona practican estilos muy dispares. El primero ha conservado hasta ahora ese juego de posición, estático y predecible. En contraposición, el Barça mantiene su apuesta por el tiki-taka, posesión, toque y dinamismo, permutando posiciones continuamente. Para el carioca supondría un cambio y proceso de adaptación enormes.
  • Problema de egos: No hace falta puntualizar que Willian concedería un extra de calidad al plantel blaugrana, aunque el problema radica especialmente en los egos del vestuario. No sería nada fácil para Ernesto Valverde gestionarlos de la forma más eficaz posible con los Messi, Suárez, Coutinho y compañía.

Veremos si finalmente Willian pasa a ser una realidad para el cuadro azulgrana o simplemente se queda como algo anecdótico.