En España ha habido una gran indignación por el veredicto de un tribunal de condenar a cinco hombres acusados de abuso por un cargo menor de abuso sexual. El caso -sobre un ataque contra una joven de 18 años durante un festival de la corrida de toros de Pamplona hace dos años- causó una gran protesta en la nación.

Una cultura machista

La periodista y escritora española con sede en Barcelona Eva Mille,t analiza el simbolismo del veredicto y la lucha por los derechos de las mujeres en el país. Recientemente, estuve en Andalucía para la charla. Hasta hace poco tiempo, esta región sureña era una de las más pobres y más machistas de mi país.

Hoy es próspero, moderno y una mujer dirige el gobierno regional. Pero una cultura machista es difícil de eliminar. En el hotel donde me hospedé, me encontré con un verdadero macho, Manolo. No había visto uno por un tiempo. Olía a alcohol, era grosero y condescendiente y no me daba una habitación, en cambio, fue al bar del lado. Y luego, las mujeres llegaron a mi rescate. Tres. En un mini Cooper, luciendo fabulosas. Trataron a Manolo sin inconvenientes.

Conseguí mi habitación y fuimos a cenar. Encontramos unos hombres. Eran brillantes, divertidos y poderosos. Todos tenían títulos universitarios y buenos trabajos. Fueron una prueba viviente de que España ha cambiado drásticamente en las últimas décadas.

A pesar de todos los problemas, es un país moderno, y las mujeres han jugado un papel muy importante en esta transformación.

Es por eso que la sentencia contra la pandilla (La manada de lobos) nos ha indignado. La corte ha considerado que lo que sucedió a la joven e 18 años durante el festival de San Fermín no fue una Violación, sino el abuso sexual.

Déjame recordarte lo que le pasó a ella. Según un informe policial, la llevaron a un pasillo donde cinco hombres la rodearon, la desnudaron y tuvieron relaciones sexuales sin protección con ella. Algunos de los hombres grabaron el suceso. Uno compartió el video en un grupo de WhatsApp, jactándose y prometiendo seguir subiendo de ese material.

Cuando terminaron, le robaron el celular a la víctima. La joven fue dejada allí, como un pedazo de tela usada. A pesar de lo sucedido, ella tuvo la fuerza para reportar el asalto.

¿Qué les digo a mis hijas?

Ella fue muy valiente. Y es por eso que la frase es aún más escandalosa: al negar que un asalto sexual prolongado perpetrado por cinco hombres constituya un abuso sexual, también disuade a otras mujeres de informar ultrajes similares. Quiero creer que este es un caso aislado. Que se hará justicia. Y no soy la única: hay una gran indignación aquí. No solo de mujeres, sino también de padres, hermanos e hijos.