Otros muchos los critican por diversos motivos, y luego hay gente, que los admira, y aprecia la suerte que tenemos de ver jugar a los dos, cara a cara, o por separado.
El argentino, juega en otra liga, claro, no es humano. Da igual, son tan grandes, que siempre te aseguran espectáculo. Poner la TV solo para verles, engancharnos al WI-FI corriendo, solo para ver su grandeza.
No sabemos la suerte que tenemos, y malgastamos el tiempo comparando a dos de los mejores jugadores de la historia de fútbol. Os podemos asegurar que entre ellos se tienen mucho más respeto del que tenemos nosotros por ellos.
Son leyendas
El Argentino. Crea, regatea, asiste, marca. Es el jugador más inteligente que hemos podido ver en un terreno de juego, capaz de pasearse por el campo, analizar durante 89 minutos y dar un chispazo de un minuto, una jugada o un segundo que cambie todo.
Parece que viva el partido desde un sofá, con una panorámica. Es muy complicado desde casa imaginarse poder hacer algo parecido, pero en el campo todavía es más complicado poder hacer algo que se aproxime, es probable que por eso tantos jugadores del fútbol hablen de Messi como el mejor de la historia. También entendemos la idolatría de la afición culé. Te pones a pensar, y es un chico que sale de la casa, que crece en el club, que cumple años y forma una familia en la Ciudad Condal.
Encima para colmo, no se cansa en decir que ama este escudo y que si por él fuera, terminaría su carrera en el club de sus amores.
Respecto al portugués quien duda si continuar, puede ser fácil el jugador más trabajador que ha pasado por la capital. Es cierto que su actitud a veces le juega una mala pasada. Tan cierto como que ha demostrado que es una persona volcada con los compañeros, equipo, club y aficionados.
Goleador, trabajador, atleta ¡y ganador! Atributos que siempre, siempre, siempre, aseguran éxito. Tiene un don, un don que vale millones, el del gol. Es un "killer" siempre está donde toca.
Disfrutemos de ellos
Muchos hablan de la mala suerte que han tenido coincidiendo, nosotros no pensamos lo mismo, puesto que entre ellos se han hecho más grandes.
Uno portugués, otro argentino, uno alto, otro bajo, uno del Madrid, otro del Barça, tan diferentes y a la vez tan iguales. Uno mago, el otro también, un ilusionista, el otro también, uno extraordinario, el otro también.
Apreciemos lo que tenemos, esa suerte de ver jugar a estos dos JUGADORAZOS y preguntémonos.
¿Por qué todos los jubones sonríen igual?