Llega la Navidad y, con ella, un momento en el que se dice que las personas tienden a ser más amables con quienes les rodean, pero parece que esto no se puede aplicar a los animales. Según indica, y denuncia, la asociación Refugio Canino de Almendralejo (en Badajoz) en la Nochevieja de 2017, tres personas colocaron un petardo en la boca de un gato. Éste, como consecuencia de tal salvajada estupidez acabó con varias quemaduras en su boca. Con el susto, salió corriendo y un coche le golpeó la cabeza. Los veterinarios que le asistieron le ayudaron a morir para que pudiera dejar de sufrir.

Por si esto no fuera lo suficientemente aberrante, un nuevo caso de Maltrato animal ha vuelto a las calles. En esta ocasión ha tenido lugar en Alcalá de Henares (en Madrid) Una vez más, unas personas (por llamarlas de alguna manera) han decidido colocar un petardo en el cuello de un gato. Como consecuencia, el pobre animal ha perdido una de sus patas. Ahora, desde Madrid Felina, le buscan una familia de adopción.

Soy muy consciente de que hay otros tantos males que pueden ser denunciados, de que hay muchos problemas en España (y en el resto del mundo) pero hay que denunciar este tipo de barbaries para conseguir acabar con ellas. Y, por supuesto, poner leyes que hagan que seres así acaben en prisión (si bien es cierto que nunca llegarán a saber el sufrimiento real que produjeron)

No al abandono de animales

Se calcula que, a lo largo del año 2016, cerca de 138.000 perros y gatos fueron abandonados por sus dueños a su suerte en las calles de España, de acuerdo a la información facilitada por la Fundación Affinity.

Éste es otro de los problemas que hay que atajar puesto que ahora, en plenas navidades, son muchos los adultos que deciden hacer ese 'regalo' a los más pequeños y es un gravísimo error.

A los animales no hay que verlos como objetos ni propiedades. Sólo si se atiende a la idea de que se desea tener un animal de compañía de manera responsable, se puede pensar, entonces, en la opción de tener uno, pero no por un mero capricho pasajero que, en muchas ocasiones, acaba con esta situación dramática y expuestos a todo tipo de situaciones horribles, como las mencionadas.

Además, aunque se piense que ellos solos pueden sobrevivir, esto no siempre es cierto. Cuando se han acostumbrado al hogar, esa tarea no es sencilla y muchos son los que mueren por meras enfermedades o falta de alimento.

Una firma puede cambiarlo todo

Todos somos responsables y la única manera de hacer justicia, aunque sea parcial y de evitar que casos como estos se sigan produciendo es cambiando las cosas.

Nos sumamos a la recogida de firmas del partido animalista PACMA. Sólo sirve una ley que se atenga a una simple premisa: Maltrato Cero.

Si quieres ser parte del cambio, firma: https://pacma.es/leycero/