Las famosas “prácticas” de la carrera. Muchos de nosotros hemos estado ahí, algunos en el bando de la recompensa, otros en el del problema, y otros en ambos.

Los alumnos y las prácticas

¿Qué es ser alumno o alumna de prácticas? ¿Qué significa eso? ¿Solamente cumplir ciertos horarios?¿Es una simple obligación o también es un derecho?

Bueno, pueden coexistir muchas opiniones, seguramente si las prácticas que nos han tocado de la carrera son odiosas, diremos que es una obligación, pero yo soy de las que piensa que las prácticas son un derecho. Muchas veces me pregunto: los profesionales que me supervisan, ¿habrán llegado ahí sin prácticas?

Claro que “antes” esto no se hacía de manera regulada, con convenio, como ahora; Jung se acercó a Freud para aprender de él, ¿por qué no acercarnos a quienes ya saben para conocer métodos y oficios? Reivindiquémoslas: son un derecho; no es la primera vez que he vivido en mis propias carnes cómo tus supuestos tutores de prácticas te ignoran deliberadamente, haciendo que te sientas completamente inútil y que pienses que es una pérdida de tiempo.

Digo más: he sido testigo de cómo compañeras mías se quedaban sin prácticas en una Universidad pública de prestigio. Eso no puede ser, no solo por la parte que nos toca (estamos pagando un dinero por recibir formación), sino por esa rueda de aprendizaje: aprendo de quien me enseña y enseño a quien aprende.

Eso sí, cuando tienes un buen mentor, la experiencia se vuelve inolvidable; cuando tienes una buena mentora, ¡qué poco cuesta madrugar por las mañanas! Esperas con ilusión aprender cosas nuevas.

Información dedicada a los alumnos

Cuando unas prácticas sean buenas, lo notaréis, aprenderéis a hablar con palabras excepcionales, con siglas y hasta con los ojos.

Tendréis mil preguntas que hacer, y os faltarán horas en el día. Hacedlo si podéis: preguntar. Y si es posible que paséis más horas, intentadlo. Cada día se aprende algo nuevo.

Sabréis que son buenas porque saldréis sonriendo de ellas, os sentiréis útiles, incluso realizados, preparados para el mundo de verdad, algo que una teoría no puede darnos, al menos no completamente.

Cuando tienes prácticas a tu alcance, y son buenas, aprovéchalas al máximo, exprímelas, porque son una llave a muchas cosas, entre ellas: tus capacidades, tu crecimiento personal y profesional, y muchas veces hasta una ventana laboral.

positivo, humilde y da las gracias. Cuando acabes y eches de menos tu sitio de prácticas, es que habrán cumplido su deber, solamente toca recordar todo esto cuando seas tú ese mentor o esa mentora que motive a sus alumnos en prácticas. Como dijo Truman Burbank: “por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches”.