Se acerca el fin de este año para comenzar un 2018 lleno de pocas esperanzas. La vida no va a mejor y la Economía peor aun. Se acercan unos días de continuos festejos e interacciones con la familia en restaurantes, locales y casas celebrando estas grandes fiestas.
Estas fiestas son reconocidas por despedir todo lo que te ha deparado este año para conseguir cosas aun mejores, pero claro no tenemos en cuenta que uno no consigue las cosas sin esfuerzo, todo en esta vida cuesta "sudor y sangre".
Muchas familias españolas estos días se gastarán una media de 800 euros en regalos para sus familiares, hijos, padres.
Lo que la gente no observa es el desinterés que estos regalos llegan a obtener después de comprarlos a precio de oro para que luego no se les haga caso tanto como se esperaba.
Somos seres que actuamos por impulsos, el ser derrochador es un impulso que esta muy dentro de nosotros día a día y encima cuando llegan estas fiestas más aun. Son muchas las familias en el mundo que no tienen un bocadillo que llevarse a la boca por la circunstancia que sea, muchas veces por haberse adentrado en un mundo oscuro pero hoy en día eso ya queda como si hubiera pasado hace mil siglos; ahora el quedarse sin comida puede ser por casos como quedarse sin trabajo, malgastarlo en cosas innecesarias, seguir avanzando estudiando para luego no llegar a nada porque somos demasiados.
Estos casos dentro de España, pero en países tercermundistas; su gente no sabe lo que es la comida, el tener un muñeco regalado por su cumpleaños, tener ropa de repuesto como para celebrar la Navidad. Por vivir en un mundo tan derrochador y muchas veces sin corazón el mundo solo entiende de materialismo e idealismos como celebrar unas fiestas mundiales antes que ser humanitario y empatizar un poco con aquellos que no tienen nada.
España, uno de los países que más gasta a finales de año
Son muchas las personas que vienen a la Puerta del Sol de Madrid a celebrar estas fiestas tomando las uvas en esta capital. Vienen a celebrar la Navidad con los familiares, a pasar unas "mini vacaciones" pasadas por un frío muy especial. Corto e intenso dirían muchos, y si así son las fiestas que se pega la gente para luego no entender a donde queremos llegar sin controlar lo que hemos conseguido previamente.
La Navidad esta para celebrarla pero siendo conscientes del gasto que conlleva gastar y gastar todos los días en comidas, salidas, fiestas y regalos los cuales van creciendo y estos irán a la basura como nosotros si no cuidamos lo que tenemos.
Muchas personas han perdido lo más importante por no valorar lo que tiene en el momento, han derrochado por placer y nada han llegado a entender. Es hora que dejemos de seguir a las masas y crear emociones antes que comprar materialismo.