Cuando me mencionan Siria, lo primero que viene a mi cabeza es guerra, una guerra a la cual no le encuentro sentido, una guerra interminable en la que han muerto más de cuatrocientas cincuenta mil personas.

¿Qué piensa la gente cuando Siria es nombrado?

Realmente no recuerdo haber visto o escuchado alguna noticia buena sobre este país, todo lo que veo en los noticieros, leo en los periódicos o escucho en la radio es sobre la violencia que ocurre día tras día en Siria.

Normalmente no nos preocupamos de todas esas guerras porque nos suenan lejanas, es decir, nos encontramos a varios kilómetros de distancia, no le tomamos importancia porque nosotros no somos los afectados, no creemos que eso nos vaya a suceder, pero podría afirmar que ellos tampoco lo imaginaban en un principio, probablemente sus vidas eran normales como la tuya o la mía, probablemente eran felices con lo poco que tenían, probablemente nunca creyeron que todo sucedería por la injusticia y la desigualdad, probablemente nunca pensaron que esto llegaría tan lejos y probablemente están perdiendo, lentamente, sus sueños y esperanzas.

¿Quién es el bueno y quién es el malo en este conflicto?

Yo era de las que culpaba a aquellos “rebeldes” por empezar una guerra innecesaria, yo culpaba a aquellas personas sin experiencia por haber matado a miles más y no me daba cuenta de que el gobierno siempre halla la manera de parecer inocente, el gobierno, a pesar de todo sigue pareciendo ingenuo ante los ojos de la gente y es que pocas personas tratan de conocer lo sucedido, pocas personas saben que las pacíficas protestas acabaron convirtiéndose en una revuelta en el momento en el que el gobierno sirio decidió reaccionar con mano dura.

Se supone que tengo que estar de acuerdo con algo o alguien, sin embargo, no lo estoy, no lo estoy con nadie porque estarlo significaría apoyar este conflicto, y a los distintos grupos que se arman, combaten y bombardean, mientras la población civil vive atemorizada y trata de sobrevivir.

Los niños de seis años sólo conocen la guerra, el 50% de las construcciones de la nación han sido destruidas y de acuerdo con la ONU, el número de refugiados supera los cinco millones.

Las personas heridas, que han sido cerca de 1,5 millones, no pueden solicitar ayuda en los hospitales porque han sido atacados o porque directamente el personal ha sido asesinado.

No hay manera de ganarse la vida porque no hay empleos a los que asistir, las tiendas se han cerrado al igual que los mercados. La única opción para resistir en este drama humano es tratar de buscar protección y alimento, algo que escasea y más en una situación como esta.

Porque mientras tememos con viajar a Siria, millones de personas mueren a causa de otra persona, mueren por enfermedades, mueren de hambre, mueren de frío y es que la guerra te mata de cualquier forma.