Como cada año por estas fechas, asisto con estupor a la celebración del día del orgullo gay. Que nadie me mal interprete, no me importa que los homosexuales den rienda suelta a lo que llevan dentro, todo lo contrario, soy partidario de que cada cual haga con su vida lo que considere oportuno y nadie debería ser perseguido por su ideología o por su orientación sexual.

Sin embargo, me resulta cuanto menos chocante, observar como muchos de sus asistentes se declaran abiertamente ‘’comunistas’’. Hoy mismo paseándome por la calle, he coincidido con uno de los tantos desfiles que se han organizado este fin de semana.

En el desfile, encima de un camión (me esperaba algo más glamuroso, no les voy a engañar), vi a unos cuantos ondear banderas con la hoz y el martillo a lomos de la bestia.

Curioso, teniendo en cuenta que en la URSS la homosexualidad era castigada con penas de cárcel y trabajos forzados, ya que se consideraba ''contrarrevolucionaria'' y una muestra de la decadencia de la burguesía. No era una idea excepcional solamente arraigada en las estepas rusas, también, en nuestra querida España, los comunistas consideraban la homosexualidad una conducta impropia que demostraba la decadencia de la aristocracia.

Tampoco debemos olvidar que los mismos políticos (Pablo Manuel, Garzón, Errejón, Irene Montada, etc.) que lloraron la muerte de Fidel Castro y tienen como ídolo al Che Guevara, no tienen ningún tapujo en acudir a la fiesta para hablarnos de los derechos de los homosexuales.

Seguramente algún iluso participante se dejará llevar por la emoción y se pondrá a bailar con el diablo, sin saber que, el comunismo convirtió a Cuba en un infierno para los homosexuales.

El propio Castro nombró al Che Guevara director de dos campos de concentración (La Cabaña y Guanahacabibes). Allí el Che humilló, torturó y asesinó a cientos de homosexuales, ya que se consideraba que era una ''conducta impropia''.

Todo ello bajo el lema que presidía la entrada al campo de concentración ''el trabajo os hará hombres''. Pero los campos donde los homosexuales sufrieron todo tipo de atrocidades fueron los denominados ‘’Unidades Militares de Apoyo a la Producción’’ por el régimen castrista. Las UMAP eran campos de trabajo forzados, la mayoría de ellos se situaron a las afueras de las ciudades.

El principal cometido de las UMAP era ‘’reeducar’’ a aquellos cubanos que no tenían una conducta adecuada, y los homosexuales al igual que religiosos y disidentes, estaban en la lista negra. Se calcula que más de 35.000 personas murieron en esos campos de concentración.

Los homosexuales que tuvieron la desgracia de ser enviados a los campos, fueron vilmente torturados. Se les enterraba hasta el cuello durante horas a plena luz del sol, se les negaba agua, se les obligaba a comer excrementos, se les dejaba sin comida durante días en salas rodeadas de fotos de hombres desnudos y después, te daban comida si te excitabas al ver a una mujer desnuda. Incluso, muchos de ellos a pesar de no ser homosexuales, eran acusados de serlo por ‘’vestir atuendos impropios que ponían en peligro la revolución’’.

No sólo Cuba y la extinta URSS persiguieron y aniquilaron a los homosexuales. En Camboya bajo el sanguinario régimen de Pol Pot, en China, bajo el régimen de Mao o actualmente en Corea del Norte, la homosexualidad es un delito que se persigue y se castiga con trabajos forzados en campos de concentración. Muchos creen que el Islam es la mayor amenaza para los homosexuales, pero no deberían olvidar, que los comunistas encuentran en la homosexualidad, al igual que escribieron sus maestros Marx y Engels: ‘’una actitud abominable y despreciable’’.