El resultado obtenido por Podemos en las elecciones generales del 26J son un tanto engañosas. Si nos fijamos en las encuestas y las pretensiones que tenía la formación morada, se puede hablar de decepción sin tapujos. No haber superado al PSOE ni en número de votos ni en escaños borró la sonrisa de los líderes de Podemos la noche electoral y se empiezan a ver disidencias internas que no auguran nada bueno para la formación. Sin embargo, estamos hablando de un partido político fundado hace dos días como quién dice, y obtener 71 escaños en las primeras elecciones generales a las que se presentan (técnicamente las segundas) es un magnífico resultado.
Si bien Pablo Iglesias, Errejón, Echenique y demás cabezas visibles de Podemos, tendrán su propia visión del asunto, y se tendrá que analizar internamente el porqué del resultado, o qué es lo que falló cuando todo apuntaba al gran "sorpasso" que al final quedo en nada (bueno, en unos cuantos memespor las redes), para los que estuvimos en aquél histórico día del 15M, el motivo es claro, Podemos se fue alejando poco a poco de los ideales simples y sencillos que promulgaba el 15M, y sus votantes no se lo han perdonado.
En realidad podemos hablar de dos 15M, el primero surgido de la auténtica indignación de la gente, sin banderas, ni de izquierdas ni de derechas, que simplemente quería mejorar las cosas con unos pocos puntos clave y que duró unos pocos días.
Tras las acampadas y la manipulación constante, el movimiento del 15M fue absolutamente tomado por multitud de movimientos, legítimos sin duda y con los que probablemente mucha gente estaba de acuerdo, pero que simplemente no era el momento de tratar ni de lo que ocuparse, el auténtico 15M era otra cosa y duró muy poco.
A pesar de ello, se siguieron manteniendo ciertos puntos fundamentales y uno que destacaba por encima de todos, Ni PSOE Ni PP (PSOE - PP la misma mierda es!, era el grito de referencia).
Aún con muchas cosas discutibles, hasta las elecciones del 20D, Podemos estuvo manteniendo bastantes ideas originales del 15M, y representó la indignación de mucha gente que llenó las plazas. La campaña para las elecciones del 26J de Podemos fue algo bien distinto. Mano tendida al PSOE y frases que hicieron a muchos caerse del guindo y terminar de rematar al partido de los "indignados".
Decir que Zapatero fue el mejor presidente de la historia cuando el 15M surgió con Zapatero en el Gobierno, es simplemente un insulto a cualquiera que estuviese en las calles aquellos días y considerase a Podemos su representación en las urnas.
Por supuesto se puede hablar de muchos más factores, el pacto con Izquierda Unida, los cambios de discursos contínuos, los cambios de políticas, los extraños acercamientos a otras formaciones políticas, etc... pero al final todo se resume en lo mismo, Podemos abandonó la senda que le marcó el 15M y lo ha pagado en las elecciones del 26J.
Aunque suene duro, Podemos debería dejar gobernar al Partido Popular absteniéndose en la investidura. Es lo contrario a su política, pero esto es una democracia, es el PP quien ha ganado las elecciones, y gobernará en minoría, con todo lo que eso implica, teniendo que negociar cada ley que se quiera aprobar.
Mientras tanto, Pablo Iglesias y demás líderes de Podemos deberían recapacitar y refundar el partido si es necesario, porque es fácil volver a retomar el camino. Sentido común en las políticas, búsqueda de leyes que beneficien (e importen realmente) a los ciudadanos, una justicia independiente, lucha contra la corrupción... en definitiva, los acuerdos de mínimos que se exigieron desde el 15M original en vez del batiburillo de argumentos e ideas que vinieron después. Y por supuesto ni PP ni PSOE.