En este artículo entramos ya en un tema mucho más complicado, ya que todos los espíritus no quieren, cruzar o ir hacia la luz, como cada uno lo quiera llamar o decir. En otros artículos ya explicado porque se quedan perdidos o en este plano y están apegados. Así que vamos a lo que podemos hacer para ayudar a ese ser, ente, fantasma o espíritu. Primero que todo aconsejaros que para poder ayudar primero tendremos que saber protegernos. ¿Porque puede ser peligroso? Porque la energía que rodea a estos tipos de espíritus suele ser bastante enfermiza, sentimientos de culpa etc.
y sin querer él nos pude pasar esos sentimientos y energía y encontrarnos mal, sentirnos deprimidos... Y peor aún si es un espíritu oscuro ya que nos puede llegar a perjudicarnos mucho, ya que les gusta mucho la mentira y se hacen pasar por espíritus buenos, o de familiares o de nuestros guías. Y que aproveche nuestra energía y nuestra buena fe de ayudarlo para apegarse a nosotros y entonces deshacerse de él aun sería más difícil. Para detectar la diferencia entre un espíritu perdido y uno malicioso, os dejo unas diferencias para que sepáis con que tipo tratáis:
-Espíritu malicioso u oscuro: Tener pesadillas, agresiones físicas, inmovilización del cuerpo cuando dormimos, sentir que alguien te está ahogando, ver ojos rojos o amarillos etc.
etc. Estos son algunos.
-Espíritu perdido: sentimientos de culpa sin haber hecho nada, ganas de llorar de golpe sin motivo alguno, mucha tristeza etc.
Hay varios métodos para ayudarlos, pero os dejo el más común, que usa la gente que ayuda a los espíritus. Después de haber hecho este ejercicio jamás volveremos a hablar con ellos, ni a intentar buscarlos.
En un lugar de la casa donde nadie nos vaya a interrumpir, ni molestar, ni distraer. Podemos prender un incienso, una vela blanca y si queremos también música que nos ayude a relajarnos. Nos relajaremos esperaremos unos minutas hasta mantener la mente en blanco y sintiendo nuestra respiración. Una vez logrado ese estado, imaginaremos una burbuja de luz, blanca o brillante que envuelve al espíritu, una vez consigamos visualizar la burbuja nos encomendaremos a nuestro Dios sea cual sea, pero siempre que sea una figura de luz.
Podemos también pedir a nuestros guías, espíritus buenos, o familiares fallecidos ya del espíritu que nos ayuden y que le den fuerza a la burbuja y protección para nosotros.
Ahora fijaremos la mirada en la llama de la vela, y a ese espíritu que hayáis visto o sentido lo atraeremos hacia la llama para que vaya a la luz. Y daremos las gracias por la ayuda recibida.
¿Cómo saber si realmente ha ido a la luz? Pues empezaremos a sentirnos y a encontrarnos mejor.