Inanna, o Ishtar, diosa del amor y de la guerra, que en ocasiones era representada por una corona cornamentada.
Con los años, este signo de esta diosa, paso a la cultura egipcia. La cultura egipcia dentro de su mitología, la represento como Isis, que también en ocasiones era representada como un carnero. También en la cultura griega existe un homologo, los griegos adoptaron del panteón egipcio, buena parte, y uno de ellos era la diosa Artemisa, que con el paso de los años, fue adoptada por el imperio romano como la diosa Diana, que seguramente os sonara más, como la famosa diosa de la caza.
Ese mito ha pasado de años en años, de culturas en culturas, de imperios a imperios, y hoy en día en la actualidad sigue vigente, siendo así representado por la estatua de la libertad. Está coronada también con una luna invertida refulgente, porque el símbolo de todas las diosas nombradas, incluyendo la estatua de la libertad, coinciden con un signo lunar.
El significado de la luna, de esa tiara refulgente y de esos cuernos, es un signo lunar, esto en varios contextos culturales puede indicar muerte, felicidad, traición y venganza un signo compartido por todas estas diosas. Como vemos el origen de los cuernos, está vinculado al mal, la oscuridad.
En los ancestrales escritos del Necronomicon, se relata el poder de ese mudra, como una invocación a los “llamados antiguos”, los espíritus poderosos, y se preguntarán ¿Quién es el portador de la luz?
Pues efectivamente, la luna. El sol es el generador de la luz y la luna es la portadora de la luz, dando a entender Luzbell o más conocido como Lucifer, que es aquel que trae la luz, como su nombre indica. Esta ejecución debe hacerse con la mano izquierda, la mano siniestra, la mano que representa la luna, la mano diestra representa el sol.
Este mudra invoca fuerzas oscuras, por locual se debería evitar su ejecución. Esta está parcialmente censurada, ya que quiere decir “yo te amo lucifer”. Pero esto no acaba aquí, en Estados Unidos enseñan este mudra y lo ejecutan como símbolo de amor, siendo así engañados.
Con esto os quiero decir que no necesitáis liberaros con ninguna religión, sectas o ritos, estos solo esclavizan al hombre y a la mujer, el auténtico fin debe ser vosotros mismos, no os acerquéis a cultos místicos, grupos oscuros o mesiánicos, insisto, sed vosotros mismos. Recordad, el auténtico dios reside en cada uno de nosotros, no os dejéis engañar por todos estos dioses y adoración a dioses oscuros.