Tenemos que dar gracias, porque ya hemos salido de la Crisis y estamos viendo brotes por doquier gracias a la buena gestión del Gobierno español. Algo parecido es lo que argumentan para vender una gran legislatura. Sin embargo, la realidad es tenaz y muy descorazonadora. Y esta nos dice que más del 27% de los españoles, o lo que es lo mismo, casi 13 millones de personas están en riesgo de exclusión y pobreza. No parece que estemos tan bien como nos quieren vender.

Estos datos se han hecho públicos este martes y han sido obra de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.

Dicho estudio pertenece a los años comprendidos entre 2009 a 2013, tiempo en el que la crisis ha sido más dura. De ellos se desprende que casi 3 millones sufren faltas severas y cerca de 10 millones son pobres. No parece el mejor panorama si es cierto que estamos en plena recuperación, tal y como nos quieren hacer creer.

No obstante, como suele pasar en estos casos, no todas las autonomías salen igual de mal paradas. Como es habitual en España, el sur se lleva la peor parte, encontrando lugares como Ceuta, con casi el 50% de la población en riesgo de exclusión social. Otras como Andalucía, Extremadura o Castilla la Mancha rondan el 40%.

Los niños son los más afectados

Si miramos este estudio por edades, encontramos que la tasa de riesgo de pobreza roza el 27% en los niños menores de 16 años.

Esto es debido a que los hogares monoparentales son los más vulnerables ante la falta de recursos y empleo.

Y no pensemos que el hecho de tener un trabajo nos libra de la pobreza. Casi un 12% de empleados están en situación de riesgo debido a las jornadas parciales, cada día más comunes.

¿Se acabó la crisis?

¿Qué Gobierno en su sano juicio se atreve a decir que se ha acabado la crisis cuando más de una cuarta parte de la población a la que representa pasa hambre y carencias severas?

Puede ser un año electoral, pero eso no puede ser motivo para grandes titulares de falso final de la crisis mientras un solo niño de este país no tenga algo que echarse a la boca, un techo bajo el que dormir decente o ropa digna que vestir.

Tal vez el fin de la recesión mundial haya llegado en muchos lugares, pero desde luego España no es uno de ellos.