Una vez más, el fascinante Parque Arqueológico de Pompeya descubre uno de sus secretos, pero que también abre una serie de interrogantes. Y el hallazgo fue posible gracias a una campaña de excavaciones realizada junto a la Universidad Europea de Valencia.

Un importante hallazgo en Pompeya, la ciudad sepultada por el Vesubio

Una tumba muy especial con una fachada decorada con plantas verdes sobre fondo azul y una sala para la inhumación en una época en la que en la ciudad los cuerpos de los adultos siempre eran incinerados. Pero también una inscripción en mármol de la que proviene la primera confirmación de que en los teatros de la ciudad romana también se recitaba en griego.

Al menos en las últimas décadas antes que la erupción del volcán Vesubio, en el 79 después de Cristo.

El arqueólogo especialista Llorenç Alapont de la Universitat de València junto al director del parque Gabriel Zuchtriegel informaron el hallazgo de un esqueleto en excelente estado, con el cráneo que ostenta cabellos blancos, una oreja parcialmente conservada y trocitos de tela que envolvieron el cuerpo. "Uno de los esqueletos mejor conservados de la antigua ciudad", asegura Zuchtriegel.

La momia encontrada es única por su aspecto y los ritos practicados

Construida inmediatamente fuera de Porta Sarno, una de las importantes puertas de acceso a la ciudad.

La tumba, que se remonta a las últimas décadas de la existencia de Pompeya, pertenece a Marco Venerio Secundio, un liberto que en vida había sido el guardián del Templo de Venus, un esclavo que después obtener la libertad había alcanzado holgura económica, la suficiente como para poder permitirse una tumba en un lugar de prestigio.

Las posibilidades económicas de Marco Venerio Secundio se confirman por la inscripción que hay en su tumba, donde el antiguo esclavo presume de haber ofrecido "juegos griegos y latinos durante cuatro días", un gasto que lo ubica en las altas esferas y clase social más alta y culta de Pompeya. El cuerpo encontrado del esclavo liberto toma especial importancia por las características únicas, y no ya por el tipo de conservación alcanzado, sino porque es la primera, y al momento única, momia encontrada y que fue enterrada según los ritos griegos y no romanos de la época: con la única excepción de los niños, en la antigua ciudad romana devastada por la mortífera erupción del Vesubio, los cadáveres se incineraban.

Es un misterio y queda mucho trabajo por delante, asegura el arqueólogo valenciano Llorenç Alapont

Entre las posibles hipótesis, razona el director general de los museos estatales Massimo Osanna, Marco Venerio Secundio sería ajeno al cuerpo social de la ciudad, un extranjero en definitiva, tal vez llegado de algún otro lugar del Imperio Romano o de Roma misma "donde en ese momento algunas familias ya practicaban la inhumación, que luego se convertirá en habitual a partir del siglo siguiente".

Los misterios continúan: también se encontraron dos urnas, una de ellas es muy bella, de vidrio y pertenece a una mujer llamada Novia Amabilis, que se piensa que podría ser la esposa del difunto. Pero en este caso, se usaron los ritos romanos de Pompeya, lo que crea extrañeza al encontrar en una misma sepultura dos ritos y dos formas de conservación tan diferentes.

"Nos queda mucho trabajo por delante para desvelar este gran misterio que ha aparecido en Pompeya y que podría cambiar lo que sabíamos de las tradiciones funerarias en el mundo romano", explica el arqueólogo valenciano Llorenç Alapont.