Los suscriptores de Netflix ya no tienen excusa para no ponerse al día con el Cine del Studio Ghibli. A partir del 1 de febrero, 21 de sus largometrajes aterrizarán en la plataforma de streaming.

Varias series de Ghibli pasan formar parte de Netflix

Lo harán en tres tandas: las primeras serán El Castillo en el Cielo (1986), Mi vecino Totoro (1988), Nicky, la aprendiz de bruja (1989), Recuerdos del ayer (1991), Porco Rosso (1992), Puedo escuchar el mar (1993) y Cuentos de Terramar (2006).

Posteriormente, el 1 de marzo llegarán Nausicaä del Valle del Viento (1984), La Princesa Mononoke (1997), Mis vecinos los Yamada (1999), El Viaje de Chihiro (2001), Haru en el Reino de los Gatos (2002), Arrietty en el Mundo de los Diminutos (2010) y El Cuento de la Princesa Kaguya (2013).

Por último, el 1 de abril la lista se completará con Pompoko (1994), Susurros del Corazón (1995), El Castillo Ambulante (2004), Ponyo en el Acantilado (2008), La Colina de las Amapolas (2011), El Viento se Levanta (2013) y El Recuerdo de Marnie (2014).

Casi todo el cine de Ghibli, a tiro de un click

Esta es la primera vez que la filmografía de Ghibli llega a las plataformas de streaming. Durante años, la compañía japonesa fue reacia a distribuir sus películas de esta forma, algo que cambió con el anuncio de que todas sus películas formarían parte del catálogo de lanzamiento de HBO Max, una nueva plataforma que tiene previsto su lanzamiento en Estados Unidos y Canadá la próxima primavera. Sin embargo, con este movimiento Netflix les ha adelantado en el mercado internacional.

Y es que el acuerdo entre Ghibli y el gigante de streaming asegura los derechos de distribución a nivel mundial. Así, las películas llegarán simultáneamente a todas las regiones donde opera Netflix (Europa, Latinoamérica, África, Asia) con la excepción de dichos países de Norteamérica y la propia Japón (que ya tiene acuerdos con varias distribuidoras locales).

Los harán con audio en 20 idiomas (en muchos casos doblajes nuevos) y subtítulos en 28.

Esto es una noticia excepcional, porque por fin se podrá acceder de forma legal a películas que, en muchos casos, contaban con una distribución escasa y fragmentada. Cabe destacar que una de estas películas (La colina de las Amapolas, dirigida por Goro Miyazaki, hijo de Hayao) es inédita en España.

Solo hay que lamentar la ausencia de La tumba de las luciérnagas, una de las películas más célebres del estudio que se queda fuera del acuerdo porque sus derechos ya pertenecían a otra compañía.

Ghibli, una de las mejores productoras de animación del mundo

Incluso los no aficionados al cine de animación japonés saben que hablar de Studio Ghibli es hablar de calidad y prestigio. Su prolífica filmografía (la mayoría obra de Hayao Miyazaki o de Isao Takahata, quien falleció en 2018) incluye películas de todo tipo, pero casi todas giran en torno a una temática común (el mensaje antibelicista y ecologista, el valor de la infancia y la inocencia, la fantasía como escudo contra las desgracias, el paso del tiempo...).

No son ni para niños ni para adultos, o mejor dicho, son para ambos, sin excluir a ningún espectador y sin cortarse un pelo a la hora de relatar eventos dramáticos y representar, por ejemplo, el Japón de la posguerra, aunque con el recurso de lo fantástico y la belleza de la animación tradicional para hacerlo adecuado para todos.

Aunque no todas alcanzan la misma calidad, películas como Mi vecino Totoro, La Princesa Mononoke, El Castillo AmbulanteLevanta y, sobre todo, El Viaje de Chihiro, son auténticas obras maestras del cine que han gozado de repercusión y prestigio en todo el mundo, de una forma que antes parecía exclusiva de Disney.