El segundo encierro de San Fermín 2018 ha estado protagonizado por la lluvia, convirtiéndose en la tercera carrera pasada por agua de los últimos 27 años.

La lluvia caía con fuerza una hora antes de dar comienzo la segunda carrera de estas fiestas pamplonesas. Según datos de las estaciones meteorológicas de Navarra, diez minutos antes de dar comienzo el encierro, a las 07:50 horas, ya había caído casi un litro por metro cuadrado y entre las 08:00 y las 08:10, con los toros ya en las calles, han sido 0,6 los litros que se han recogido.

Hay que remontarse a la madrugada del nueve de julio de 1991 y al último encierro de 2002 para ver unos San Fermines con las calles cubiertas de agua por la lluvia.

Ambas carreras fueron limpias a pesar de que se auguraban malos presagios.

Este domingo 8 de julio, también con las calles encharcadas, los toros de José Escolar han roto la leyenda negra de la lluvia. La carrera ha sido limpia y sin incidentes de gravedad. Ningún corredor ha sido herido por asta de toro.

Tampoco han sido protagonistas los toros de esta ganadería, que en los últimos años han protagonizado las mayores anécdotas de la historia de los San Fermines. En 2015, nada mas salir al recorrido, uno de los morlacos se dio la vuelta y volvió a los corrales. En 2016 y en 2017 volvieron a repetir la situación dos de sus hermanos. Hoy, todo el mundo ha estado pendiente del inicio del encierro, pero la invitada estrella ha sido la lluvia.

Encierro limpio y sin incidentes graves

El encierro, a pesar de las condiciones meteorológicas, ha sido más tranquilo de lo esperado, convencional y sosegado. Una de las principales causas ha sido la poca afluencia de público que se encontraba por las calles del recorrido, menor que otros domingos de encierro de los años anteriores, dejando paso a imágenes ochenteras, con huecos entre la manada y espectadores disfrutando de la galopada apoyados en las paredes del recorrido.

El inicio de la carrera ha sido largo. Han pasado diez segundos entre el lanzamiento del cohete y la aparición del primer toro en la corredera. Al principio, dos cárdenos, desorientados; detrás, el grupo de mansos junto a los otros cuatro toros. Poco han tardado en lanzarse a alcanzar a sus hermanos, que no les han abandonado en ningún momento.

¿Cómo fue la llegada al ayuntamiento?

A la llegada a la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, uno de los toros de Escolar ha resbalado y se ha quedado rezagado sin generar problemas a los corredores. En la curva de Estafeta, a pesar del suelo resbaladizo, ningún toro se ha caído, dejando un paso impecable por una peligrosa curva que ha cambiado de definición en los últimos años gracias al antideslizante impregnado para evitar el peligro que esta curva generaba para los corredores.

Lo único que ha retrasado el tiempo que ha durado el encierro ha sido la entrada en toriles del toro rezagado en la Plaza Consistorial, que al pisar el suelo encharcado del ruedo ha querido quedarse en él.

A pesar de los grandes huecos que había, ha sido difícil coger asta de toro hasta para los mozos más experimentados, dejando alguna caída, arrollamiento y varios traslados a centros hospitalarios de Pamplona, pero ninguno de gravedad.