Tratar de ser perfecto puede, a veces, hacer más daño que bien. Sí, es bueno tratar de hacer las cosas lo mejor posible, pero, obsesionarse porque queden extremadamente perfectas, es un error. Ser un perfeccionista puede detenerte por temor al fracaso, lo cual nunca es algo bueno. De hecho, los estudios muestran que los perfeccionistas son más propensos a sufrir de depresión y ansiedad, lo que a su vez puede afectar al desempeño en el trabajo.
Actitudes de los perfeccionistas
- 1. Luchas para tomar decisiones. Para avanzar en tu carrera o en tu trabajo, es crucial que puedas tomar decisiones difíciles en el tiempo correcto. Pero si eres un perfeccionista, tu miedo a cometer errores puede llevarte a retrasar la acción y pensar demasiado en decisiones que podrían resolver problemas claves en tu trabajo. Es por ello que debes desarrollar pautas específicas que te lleven a tomar buenas decisiones en un corto tiempo.
- 2. Te opones a terminar las tareas o temes comenzarlas. Hay algunos escritores que luego del éxito de su primer libro, temen escribir el segundo por miedo a que este no tenga el mismo éxito que el primero. Es por esto, que por el temor a fracasar posponen o nunca su otro trabajo. Esto es un claro ejemplo de perfeccionismo, que puede paralizar tu carrera y tus sueños. Pero, la buena noticia es que se pueden superar bloqueos emocionales, esos que te impiden avanzar en tu carrera.
- 3. Esperas mucho de los otros. Cuando se trabaja en equipo, es fácil desarrollar expectativas irracionales sobre los colegas. Tal vez puedas que es bueno adelantar el proyecto o la presentación al pedir lo mejor del equipo, pero lo cierto es que las muchas demandas pueden alejar a tus compañeros. Por ejemplo, si sugieres muchos ajustes de último minuto a una presentación, a tu grupo le puede parecer que estás acumulando trabajo extra en un momento en que todos están exhaustos y listos para irse a casa. Para evitar esto tienes que pensar en las cosas positivas de cada miembro del equipo y que no es necesaria una sobrecarga de trabajo.
¿Qué hacer con los errores?
Los errores son inevitables y es inútil arrepentirse toda la vida por ellos.
El acto de pensar demasiado y congelarse después de un error, en una conducta que tienen los perfeccionistas. Eso puede ser peligroso porque no te permitirá avanzar. En cambio, tomar el error como una oportunidad para crecer es una buena actitud que te permitirá continuar.