La fundación de Roma comienza cuando Rómulo y su hermano Remo salieron de Alba Longa. Estos dos querían gobernar pero no querían quitar del trono a su abuelo por lo que fueron al sitio donde el pastor los había encontrado y se pusieron a charlar sobre dónde sería el mejor lugar para fundar la ciudad de Roma. Por una parte se encontraba Rómulo que decía que el mejor sitio sería el Monte Palatino mientras que por otra parte se encontraba Remo diciendo que el mejor lugar sería en Remoria, en el Aventino. Tenía un problema añadido y es que al ser hermanos gemelos no había un primogénito que pudiese desenlazar el asunto.

La fundación de Roma

¿Qué es lo que ocurrió finalmente? Los ciudadanos deberían ser los que eligiesen al rey. Entre los habitantes se discutió cómo elegirlo hasta que llegaron a la conclusión de que el que viera más buitres sería el elegido por el pueblo. Al final, fue Rómulo el que vio más, en concreto, el doble que su hermano Remo que había visto seis.

A partir de estas situaciones se suelen dar rencillas y así fue. Rómulo había impuesto los límites de la ciudad (por lo que nadie debía pasarlos) pero estaba Remo ahí para desafiarlo y traspasó los límites. Esto generó una pelea entre los hermanos de la que Remo salió herido llegando a morir por las mismas. En honor a su hermano (aunque un poco tarde) Rómulo lo enterró donde hubiese querido situar la ciudad, en Remoria.

Finalmente, Roma fue fundada el 21 de abril del año 753 a.C.

Volvamos al pasado: la infancia de Rómulo y Remo

El abuelo de Rómulo y Remo se llamaba Numitor. Este tenía un hermano llamado Amulio que lo destituyó, acogiendo a los descendientes de Numitor como suyos y convirtiendo a su única hija (Rea Silvia) en virgen lo que no le permitía a Numitor tener descendientes.

No obstante, no existe nada que no pueda hacer un dios y es que Marte se enamoró de ella seduciéndola y teniendo dos gemelos que serán los famosos Rómulo y Remo.

Como todo hombre poderoso, Amulio temía que los gemelos terminasen quitándole el poder una vez adultos y mandó que los asesinasen. No obstante, no le salió bien ya que el hombre que tenía como objetivo asesinar a los niños, no pudo hacerlo y decidió dejarlos abandonados en el río Tiber.

La cesta fue llevada por la corriente hasta un pantano que se encontraba entre dos colinas, la colina Palatino y Capitolio. Ahí es donde la loba los encontró y los cuidó junto con un pájaro carpintero. Ambos animales eran los representantes de Marte.

Una vez estaban algo más crecidos, los encontró un pastor llamado Fáustulo que decidió cuidarlos junto con su esposa Acca Larentia. Una vez eran jóvenes se les habló sobre su origen y es cuando decidieron tomar manos en el asunto matando a su tío abuelo Amulio y liberando a su abuelo que volvió a ocupar el poder.