¡Aviso, este artículo puede contener spoilers!

Han pasado más de cuarenta años desde que 'Una nueva esperanza', el Episodio IV de Star Wars, inundase de ciencia ficción, caballeros Jedi y batallas en el espacio los cines de todo el mundo, y las cosas no han cambiado tanto en la actualidad, ya que este mes de diciembre ha sido el escenario de una ansiosa expectación del progreso cinematográfico de una saga que ha trascendido en la cultura popular de las últimas décadas.

El Episodio VII, que hizo renacer la fiebre por el universo de George Lucas a finales del pasado 2015, daba muestras claras de que uno de los elementos clave en la nueva trilogía sería la nostalgia reflejada en numerosos paralelismos con la trilogía original.

O al menos, así lo fue en la entrega dirigida por J.J. Abrams. Sin embargo, la octava entrega, dirigida por Rian Johnson, ha mostrado un aire completamente distinto, innovador.

Los últimos Jedi: homenajes nostalgie e innovación

'Los Últimos Jedi' también posee un gran número de homenajes y de nostalgia, pero el modo de hacerlo está totalmente contrapuesto a la de su entrega anterior. La película se muestra con un metraje inusualmente largo, ya que es la primera obra de Star Wars que supera las dos horas y media de duración. Ante esa declaración de intenciones previa al visionado, ya se intuye que la narrativa del Episodio VIII no seguirá los mismos cánones que sus hermanas, y al poco de comenzar la película, en su primera escena, se aprecia que el cambio es supremo.

Esto es un hecho que mosqueará a los más puristas y que encantará a los espectadores que deseaban ver algo más arriesgado, porque 'Los Últimos Jedi' no es "una entrega más". Bien es cierto que, bajo la influencia de la todopoderosa Disney, los puntos cómicos de la obra recuerdan más a los del Universo Cinematográfico Marvel que a los guiños humorísticos más propios de Star Wars, y ese aspecto es uno de los más controvertidos.

De todos modos, sería falso decir que los recursos humorísticos utilizados no funcionan, puesto que lo hacen, y bastante bien. No sucede nada por reír a carcajadas en una película de Star Wars, y cabe destacar que eso es preferible a las escenas más irritantes que cómicas de otras entregas, ya que incluso los porgs en cierto momento se antojan graciosos en esta nueva clave de humor.

Otro de los aspectos más sorprendentes del trabajo de Rian Johnson se encuentra en la explosiva sucesión de acontecimientos que tienen lugar: aparecen personajes que muestran de poca confianza y realizan los actos más heroicos, personajes que realizan todo lo contrario, y muertes tan impactantes en giros argumentales que la convierten en probablemente la obra más impredecible de todo Star Wars.

Conclusión

¿Eso es bueno o malo? Es algo que se descubrirá con la conclusión de la trilogía con el Episodio IX, puesto que la trepidante historia deja también unos cimientos peligrosos de cara al futuro. Todavía es difícil hacer un análisis de los puntos fuertes y sus carencias porque aún existen muchísimas cuestiones que no se han aclarado en 'Los Últimos Jedi': sigue sin saberse absolutamente nada sobre el pasado del malogrado Líder Supremo Snoke, Kylo Ren ha demostrado ser una olla a presión capaz de poner la galaxia patas arriba en un instante, Finn parece cada vez más relegado a un plano secundario, personajes como Luke y Poe muestran sus carencias a pesar de sus buenas intenciones, y el papel de Leia, interpretado por una Carrie Fisher que falleció el año pasado, se queda en un limbo cuyo desenlace es una total incógnita.

Sería irresponsable juzgar a 'Los Últimos Jedi' por las cosas que se quedan en el aire cuando todavía queda una obra más por llegar. Si los guionistas consiguen encajar las piezas que han saltado por los aires en esta entrega, podrá considerarse sin problema que el Episodio VIII, además de ser un filme espectacular, es un acierto en el progreso argumental de la saga.

Algo que sí se puede decir con total arbitrariedad es que la entrega no deja indiferente a sus espectadores. Su trepidante historia sumerge por completo al espectador en una incertidumbre muy difícil de encontrar en una industria en la que los clichés argumentales se suceden uno detrás de otro. Tampoco olvida su legado, pero a diferencia de su antecesora, otorga las dosis de homenaje y nostalgia de una manera mucho más sutil. Star Wars ha querido actualizarse a los nuevos tiempos con un concepto mucho más arriesgado de lo usual, y 'Los Últimos Jedi' es el resultado obtenido.