Desde el pasado mes de octubre en el Nuevo Teatro Alcalá se pude disfrutar de una de las culminaciones teatrales de la temporada, libreto y dirección de David Serrano, fruto de la adaptación del propio del largometraje homónimo de Stephen Daldry, firmado por Lee Hall, la coreografía viene de la mano de Toni Espina, reminiscencia e inspiración en las originales de Peter Darlingy la banda sonora compuesta por dieciséis temas de Elthon John.

El musical Billy Elliot y su éxito

Tras el continuando éxito y beneplácito de la crítica de Londres y Nueva York, artistas de la talla de Natalia Millán (Señorita Wilkinson), Carlos Hipólito (Padre), Adrián Lastra (Tony), Mamen García (abuela de Billy), Juan Carlos Martín (George), Noemí Gallego (Madre) y Axel Amores (Billy adulto), entre otros, encabezan el reparto que acerca la historia del niño que quiere ser bailarín en un entorno hostil: un pueblo minero del norte de Inglaterra en los años ochenta al público español.

Bajo la premisa y reivindicación de la asexualidad del arte, concretamente del ballet en este caso, y la tipificación de actividades “propias de cada sexo -y sí digo sexo, porque género es un eufemismo-”, dicha producción muestra una dualidad inversiva muy plausible. Ya que no solo han basado su millonario presupuesto en la adaptación del espacio escénico y en el requerible gran despliegue tecnológico y audiovisual, debido a la envergadura del proyecto, sino que también han dedicado parte a la creación de nuevos talentos.

Billy Elliot y su hilo argumental

A colación de su puesta en escena en la actualidad, se posibilita el hecho de hacer extensibles y contemporáneas las moralejas que conforman el hilo argumental del drama teatral.

Y es que,resultan relevantes todos los valores morales que aúna este gran hito del teatro musical, tales como la unidad familiar, el valor de la amistad, la importancia de la persistencia en la luchar por los sueños personales, la valentía y perseverancia, la humildad y el sacrificio y sobre todo, el mantener la personalidad por encima de todos los prejuicios.

Aspectos destacables

Cabe destacar como plausible la creación de nuevos talentos, dado que, a pesar de la condición necesaria de las vocaciones pedagógicas humanistas y pluralistas recogidas por la UNESCO en la revista Perspectivas nº 124, son espectaculares las competencias educativas del siglo XXI.

A día de hoy, el fin de desarrollar la capacidad y talento particular de cada persona superando la uniformidad, ha de ser llevado a cabo por empresas externas al sistema educativo.