Pseudo-Nerón: introducción
Una vez que el emperador romano Nerón se suicidó cerca de la villa de su liberto Faón en el año 68, comenzaron a surgir figuras misteriosas que aseguraban ser Nerón y es por eso que se les llamó Pseudo-Nerones. Aparecieron en el otoño del año siguiente y a lo largo del reinado del emperador Domiciano. La mayor parte de eruditos llegaron a contar con dos o tres en su totalidad. Agustín de Hipona escribió sobre ello mostrando que había la creencia popular a que el emperador volvería en el tiempo idóneo. Es más, la creencia popular tenía el nombre de Nero Redivivus.
Sin embargo no acabó ahí el incidente. Suetonio habló no solo de que hubieron dos o tres impostores, sino que también se habían realizado algunos edictos imperiales a nombre del emperador fallecido que ilusionaron a sus seguidores, prometiendo su regreso inminente para vengarse de sus enemigos.
El primer impostor
El primer Pseudo-Nerón aparece el mismo año de su muerte, en el otoño del año 68 o un año después en el invierno del 69, específicamente en Acaya, una provincia romana que estaba situada en la Grecia moderna. El impostor supo dónde situarse ya que Nerón había estado por aquella zona un año antes de fallecer para asistir a sus Juegos Panhelénicos. Según Tácito, el impostor era un esclavo de Ponto o un liberto procedente de Italia.
No se sabe mucho más de su figura salvo que logró reunir a varios individuos del ejército y que se fue hacia una isla para ser pirata. Acabó muriendo bajo las manos de Galba, el sucesor de Nerón.
El segundo impostor
El segundo tuvo su fama a lo largo del reinado de Tito que reinó del año 79 al 81 d. C. El impostor era asiático y se llamaba Terencio Máximo.
Mintió diciendo que era Nerón porque tocaba la lira mientras cantaba al igual que Nerón lo que hacía que tuviesen semejanzas. Además se parecía a Nerón, llegando a tener un gran número de seguidores. Sin embargo, acabó huyendo hacia Armenia para obtener el favor de su rey. Este no se lo tomó nada bien y lo quiso mandar de vuelta a Roma pero una vez se supo su verdadera identidad, lo ejecutaron.
El tercer impostor
El tercer Pseudo-Nerón no tenía mucha credibilidad ya que surgió veinte años más tarde a su muerte durante el reinado de Domiciano. Sin embargo, estuvo a punto de entrar en guerra gracias a que fue apoyado por los partos, pertenecientes a Partia un imperio iraní del siglo III que estaba asentado al noroeste de la actual Irán y que era muy famoso por haber sido la base cultural y política de las dinastías arsácidas.