Introducción a su vida

Así lo llaman, Heliogábalo, el Emperador romano que nació en el año 203 y falleció en el 222. Perteneció a la dinastía Severa y su nombre completo era Vario Avito Basiano, siendo hijo de Julia Soemia Basiana y de Sexto Vario Marcelo. Aunque pueda resultaron extraño, dedicó parte de su vida al sacerdocio, pero cuando ocupó el trono adoptó el nombre de Marco Aurelio Antonino Augusto. No se conoció por el nombre Heliogábalo hasta tiempo después de su fallecimiento.

Se le conoce por no haber tenido muy en cuenta las tradiciones religiosas, además de saltarse ciertos tabúes con respecto al sexo, en Roma.

Una de las acciones por las que es conocido es cuando intercambió a Júpiter por el dios Deus Sol Invictus. Para que tuviese más fuerza esta nueva figura religiosa obligó a miembros del gobierno a adoptarla como su nueva religión en honor a la misma.

La controversia sexual

Heliogábalo fue una figura misteriosa para sus contemporáneos. Su sexualidad siempre dejó impresionados a los demás. Llegó a casarse cinco veces con mujeres, dos de las que no se conocen detalles. La primera fue Julia Cornelia Paula, la segunda fue Julia Aquila Severa y la tercera fue Annia Faustina con la que se casó el mismo año que la segunda a la que dejó. Esta tercera fue descendiente de Marco Aurelio y se quedó sin marido precisamente porque Heliogábalo lo ejecutó.

Finalmente, poco después volvió con la segunda a la que había dejado. Esta serie de relaciones ya indican la falta de equilibrio en sus relaciones y tal cual nos cuenta Dión Casio, la relación que mantuvo más seria fue con un esclavo de pelo rubio, llamado Herocles. A este lo llamaba bajo el título de marido.

También se depilaba y maquillaba (un adelantado a su época) y cuidaba mucho su aspecto.

Los escritores modernos los denominan el primer caso de transexualidad ya que ofrecía dinero por que algún médico lo cambiara de sexo.

Rumores

Seguramente debido a su condición sexual, escritores posteriores a la muerte de Heliogábalo escribirían rumores sobre él, para desprestigiar su figura y que nadie siguiera su ejemplo. Uno de los rumores es que se prostituía en las tabernas y en los mismo prostíbulos.

Pero como hemos dicho, son rumores exagerados.

El legado después de su muerte

Después de que muriera, surgieron toda una serie de rumores sobre su figura para denigrarla. Seguramente su carácter fue exagerado y falseado siendo la más famosa la que comenta cómo asfixió a una serie de invitados mediante una gran acumulación de rosas y violetas, muy conocido por el cuadro del siglo XIX llamado Las rosas de Heliogábalo.