Siete deseos es una película dirigida por John R. Lionette, conocido por otras cintas como Anabelle. Bajo el título de Wish Upon, que vendría a significar algo así como "lo que se desea" y que nos recuerda al inquietante dicho que aboga porque se tenga cuidado con aquello que se desea porque puede hacerse realidad, se nos presenta un largometraje de terror y suspense en el que la protagonista es una chica de 17 años (Joey King) que, de pronto, descubre una caja que parece tener poderes mágicos. Es por esto por lo que, a esas calificaciones de terror y suspense, habría que añadirle la de "fantasía".

"Siete deseos"

Sea como fuere, lo que, en principio, se conseguiría con esa caja sería que nuestros deseos se convirtieran en realidad, como esa canción de la serie anime Doraemon en la que el protagonista exclamaba: "¡Ojalá mis sueños se hicieran realidad!". La joven, como cualquier joven de su edad y como el ser humano en general, aguarda entre esos deseos la esperanza de convertirse en millonaria, de conseguir que el chico más guapo se enamore de ella y de poder ver cómo alguna compañera de universidad "se pudre", según palabras textuales de la adolescente.

Todo esto, que no entrañaría a priori mayor dificultad y que no acarrearía más consecuencia que la de poder disfrutar de lo que ha deseado, resulta ser algo realmente terrible que, por cada deseo, tortura de una manera realmente cruel a la protagonista y a sus allegados.

Probablemente, la magia resida en que juega con los deseos más profundos del ser humano y con una idea cristiana que antiguamente era más sonada, pero que, en la actualidad, sigue en nuestro subconsciente de un modo más implícito: la creencia de que "si deseas el mal al vecino, el tuyo viene por el camino".

Dicen que quien juega con fuego se quema y que los pactos con el diablo se terminan pagando con un alto precio, pero qué hacer cuando ante tus ojos hay una caja que te permite conseguir lo que quieras, como esa ruleta con luces que se enciende y te ofrece millones por dedicarle tan solo unos minutos y unas monedas.

¿Podemos (o debemos) compararla Anabelle o The Conjuring?

Pese a que el argumento pinta muy bien lo cierto es que parece estar algo lejos de sus hermanas, es decir, el spin off Anabelle (dirigido por Leonetti) y las dos películas de Expediente Warren de las que se ocuparía James Wan. Anabelle es, según la crítica, algo inferior a Expediente Warren aunque se trata, sin duda, de una gran cinta que pone los vellos de punta y que te puede tener encendiendo las luces del pasillo por la noche varios días.

Claro que... Expediente Warren cuenta con la presencia de dos personajes que imprimen un gran realismo y que logran transmitir a la perfección esa angustia de los casos que tratan. Estos personajes son Ed y Lorraine Warren, un matrimonio dedicado a la investigación de los fenómenos paranormales, personajes que, además, existieron realmente. En España, podríamos hacer un símil, tal vez, entre Ed y Lorraine e Iker Jiménez y Carmen Porter, otra pareja que, desde hace muchos años, se dedica a estudiar lo paranormal.

De todos modos dicen que, para gustos los colores y que nunca llueve a gusto de todos. Cada cual tiene su opinión y no podemos hablar de una película si no la hemos visto todavía, pero qué tal si, en estos calurosos días, reservamos una o varias noches a disfrutar o, mejor dicho, a aterrarnos con estas tres películas para poder luego ir al cine a ver Siete Deseos y compararlas para poder forjarnos una opinión más o menos objetiva (aunque lo sobrenatural suele ser subjetivo por su elevado componente sensorial).

Para sorpresa y suerte de muchos que quedaron fascinados con Expediente Warren, adelantamos que habrán dos nuevos spin off: uno sobre The Crooked Man (o el hombre torcido) y otro sobre la monja (The Nun). Y es que siempre es bueno que el terror siga llenando las salas y puede que estas película lo hagan. Sin embargo, nunca habrá nada más terrorífico que las mentiras, y películas sobre este asunto sí que faltan.