La representación corresponde a Demetrio Poliorcetes, también llamado Demetrio I, el que gobernó el legado de Alejandro Magno 29 años después de su muerte, es decir, en el año 294 a.C.
¿Dónde podemos encontrarla?
Actualmene, la pieza se encuentra hasta el 17 de septiembre en el Museo del Prado, en Madrid. Es una cabeza monumental realizada en bronce que ha sido recuperada de sus colecciones. Específicamente, mide unos 45 centímetros lo que nos inclina a pensar que pertenecía a una estatua monumental de tres metros y medio de altura. Desafortunadamente, la cabeza se desprendió del cuerpo como ocurre en muchos casos.
Además, podemos encajarla como retrato helenístico.
La obra estaba siendo expuesta en el edificio Villanueva del Museo del Prado. Sin embargo, se decidió restaurar la pieza con el patrocinio de la Fundación Iberdrola.
¿Cuál ha sido su recorrido?
Viene de la colección de la reina Cristina de Suecia, la que fue su primera propietaria, que se conozca. Llegó a Espala en el 1725 donde residió en el Palacio de la Granja de San Ildefonso siendo una de las obras de la colección de Felipe V e Isabel de Farnesio. No sería hasta 1830 cuando ingresara en el Museo del Prado.
Como suele pasar, la obra sufrió varias intervenciones a lo largo de los siglos que hicieron que no se presenciase bien el bronce ya que estaba oculto bajo capas de adhesivos, betunes y pintura.
Estos actos hicieron que la obra desmejorase.
Es por eso que el objetivo principal de la restauración ha sido la de recuperar el estado original o al menos, acercarse lo máximo posible. Es por eso que han intentado recuperar el color original además de proteger los materiales con lo que fue realizada y estabilizarlos para que no aumente su deterioro.
Por otra parte, han reforzado la estructura interna de tal manera que eviten que la estructura se desplome o que se creen nuevas grietas. Por supuesto, lo han hecho de manera que se pueda seguir disfrutando de la escultura.
¿Cómo lo identificaron?
Fue un trabajo complicado porque sus facciones no representan con exactitud y por tanto presenta aspectos faciales equívocos.
Sin embargo, se conoce un retrato realizado en mármol que pertenece a un conjunto de soberanos helenísticos y que tiene un peinado parecido además de compartir los mismo rasgos faciales. Por si fuera poco, existe otro retrato en Copenhague que también comparte estos atributos y de ahí sacaron la conclusión.