El género de la comedia en el teatro ha tenido en la obra Arte uno de sus éxitos más sonados durante las últimas décadas, con la famosa obra del lienzo blanco. Un grupo de amigos va a la casa de uno de ellos. La invitación a la cena es la excusa para mostrar su nueva adquisición artística. Un cuadro completamente blanco, bueno no tan blanco quizás con un tono de blanco, o un tono de gris muy blanco, una obra que cuesta un potosí... pero realmente ¿qué es el arte? Un lienzo sin nada, ni un color, ni un dibujo, ni un trazo... Esto genera una cascada de reacciones opuestas por parte de los invitados hacia el anfitrión, de ciertos comentarios jocosos, a una crítica abierta y posteriormente una hecatombe de crisis existencial, Una reacción en cadena sobre un objeto aislado, puede llevar a una crisis sin límites, que desmorone toda la civilización actual, y lo más sagrado...

¿el qué? La amistad, o no, ¿el arte? En ese espacio simple, mínimo, un cuadro en blanco, un folio vacío es el detonante de la más absoluta abstracción humana, no sólo como expresión plástica sino como ejemplo de actitud y comportamiento en su dueño. La abstracción a pasado a ser la especulación máxima de los valores terráqueos, derribando los pilares de lo humano, esencialmente de lo orgánico.