No queda mucho para el estreno de La Bella y la Bestia y, mientras, los detalles que se van sabiendo de la nueva versión del clásico de Disney están generando gran expectación. Su director, Bill Condon, afirmó en una entrevista para Attitude Magazine (revista británica de temática gay) que la película tendrá un momento “exclusivamente gay” entre Le Fou y Gaston. “Le Fou es alguien que un día quiere ser Gaston y otro día quiere besar a Gaston”, sostiene el director. “Está confundido. Al final tiene su recompensa, que no voy a desvelar. Pero es un bonito y un momento exclusivamente gay”, concluye.

Esta noticia no ha tardado en generar revuelo. En Rusia, por ejemplo, se están planteando prohibir su proyección y en EE.UU. el propietario de un cine de un pequeño municipio de Alabama ha anunciado que va a hacer lo propio, alegando que si no puede sentarse “en un cine a ver una película con Dios o Jesús a su lado, no tiene sentido proyectarla.” Tal decisión provocó tantas críticas en su página de Facebook que se vio obligado a cerrarla. Mientras tanto diferentes asociaciones en defensa de los derechos LGTB celebran este aperturismo de la factoría Disney dado que lo ven como “un paso adelante muy importante para los jóvenes de hoy”.

Cambiando la mentalidad

Sin embargo, esto no es nuevo. El estreno de Buscando a Dory (2016) también tuvo gran impacto porque se especuló si en la película aparecería una pareja de mujeres con una hija, algo que cada vez es más habitual en la sociedad.

Pero si hay un antes y un después en Disney es con Frozen (2013), película con la que rompió su esquema habitual de romance de príncipes y princesas. Su protagonista, Elsa, muestra dinamismo y seguridad a la par que vuelca todo su cariño hacia su hermana y no hacia el príncipe, que queda en un segundo plano reinventando el sentido del amor.

Las niñas pueden ver en Elsa un referente que las ayude a superar sus medios sin esperar a que un príncipe venga a rescatarlas. Además, sale un personaje secundario, Oaken, un vendedor que en un momento determinado saluda a su familia en la sauna de su tienda, que está conformada por otro hombre y cuatro niños. El tema Let it Go o Suéltalo se convirtió pronto en himno LGTB y esta película es hasta la fecha la más taquillera de Disney de dibujos.

Otro gesto más reciente es de este año. En el capítulo 39 de una de sus series de dibujos animados llamada Star contra las fuerzas del mal (en España se emite en Disney XD), se produce un gesto de inclusión natural y espontáneo en un concierto al que asisten sus protagonistas. Mientras suena la canción Just Friends, el público comienza a besarse y entre ellos se puede ver en primer plano a una pareja formada por dos chicos. Pero cuando se ofrece un plano general, se puede apreciar que entre el público hay más parejas homoparentales así como interraciales e incluso de avanzada edad.

Estos gestos tibios (tal vez por miedo a una posible pérdida de espectadores) contrastan con el rechazo que muestran personas como el propietario del cine del pequeño pueblo de Alabama o como los promotores del autobús transfóbico que tanto ha dado que hablar en España en los últimos días. Lo que evidencia que son necesarios para que todos los niños se sientan a gusto con su identidad, sobre todo en etapas tan importantes como la infancia.