El fotógrafo Alberto Korda (nacido el 14 de septiembre de 1928 en La Habana, y fallecido el 25 de mayo de 2001 en París) es el autor de algunas de las primeras representaciones que mostraron al mundo lo que fue la revolución cubana desde sus inicios. Aquellos documentos, que servirían de registro para la posteridad, mostraban imágenes de campesinos armados y ondeando banderas, un país agitando y vibrante por cada uno de sus poros. Además, retrato a los líderes de la revolución, imágenes de Fidel Castro y del Che Guevara en la lucha, y en sus momentos íntimos.

Unas 55.000 instantáneas con un valor histórico incalculable, que nos ayudan a comprender lo que había detrás de sus líderes y toda la realidad social de la época.

Una colección enorme de fotografías, que fue todo un logro en la era pre digital, y que tuvo como máximo culmen el famoso retrato del Che Guevara, el cual fue titulado por Korda como “Guerrillero Heroico”. El autor tacha como increíble la repercusión y éxito que ha tenido este retrato del Che, ya que aun siendo una fotografía tomada de forma improvisada y en un contexto totalmente natural, ha conseguido convertirse en un símbolo y en la imagen más reproducida de toda la historia. La fotografía fue tomada el 5 de marzo de 1960, mientras el revolucionario miraba el cortejo fúnebre de los muertos en el atentado al barco La Coubre, el cual tuvo lugar el día anterior y en el que el Che se involucró de manera directa, ya que asistió directamente a algunas de víctimas de la explosión.

Korda le realizó dos fotografías en la calle 23, las cuales capturó con su Leica M2.

Cambio de enfoque

Korda fue un gran seguidor de la revolución, lo que le hizo cambiar el objetivo de su interés fotográfico. Pasó de realizar fotos en el campo de la moda, a interesarse por las cosas que le removían el alma. Según él mismo, se dio cuenta de que debía dedicar sus esfuerzos a estar al lado de aquella revolución, ya que su causa era la de eliminar esas desigualdades que tanto le conmovían en su día a día.

Con el triunfo de la revolución en el año 1959, Korda se ofreció para el diario de La Habana Revolución. Es a partir de este año, que el fotógrafo empieza a acompañar a Fidel Castro en diversos actos internacionales, como la primera visita de Castro al extranjero, en Venezuela concretamente, o cuando fue al Lincon Memorial en EE.UU.

A pesar de esto, Korda dice que nunca fue el fotógrafo oficial, ya que nunca recibió ningún tipo de salario de Fidel, ni de casi nadie al parecer, ya que normalmente siempre dejó que sus fotos se usaran libremente. Esta estrecha relación entre el régimen de Castro y el fotógrafo cubano, se mantendría hasta el fallecimiento de Korda en una de sus exposiciones en París en consecuencia a un ataque al corazón.

Sencillamente Korda

Sencillamente Korda o Simply Korda, es un documental que retrata de forma precisa y evocadora la vida de Korda. Una entrevista inédita que se le realizó cuatro meses antes de su muerte, sirve de hilo conductor en este fantástico documental. En él, Korda expresa que ha dedicado su fotografía a lo que ama, y que no se considera en ningún momento un genio, resaltando su interés y amor en la vida por la belleza de las mujeres sobre otras cosas.

En el documental muestra los inicios de Korda en el mundo de la fotografía publicitaria, como creador de la fotografía de moda en Cuba. Señala que su transición hacia la fotografía de la revolución se produjo de una forma natural, siguiendo sus pasiones como hasta entonces. Y es que la revolución cubana y los hombres que la dirigieron, fue algo para él incluso más bonito que la belleza de las mujeres.

Otro de los puntos que se trata en “Sencillamente Korda”, es lo famosa que llegó a ser su fotografía submarina. Instantáneas que han cosechado un enorme éxito a lo largo del mundo en cantidad de exposiciones, un ejemplo de ello es una importante exposición realizada en 1978 en Japón.