Ida Vitale (Uruguay, 1923), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2015, es una mujer menuda que hace honor a su apellido. Admite que el Premio le llega tarde. Con 92 años vividos viajar desde Austin (Texas), donde reside, hasta Madrid, donde el pasado 18 de noviembre recibió el galardón de manos de la Reina Sofía, resulta tan satisfactorio como incómodo.
Recién llegada de la cuna de la intelectualidad patria –se hospeda en la Residencia de Estudiantes-, todavía sin desayunar, sonriente, me cruzo con ella en la puerta de entrada del Centro Internacional de Prensa donde acudo convocada por la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera y la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana.
“La poesía, que no requiere ideologías ni propicia fanatismos. La poesía, que abre fronteras sin peligro, sin transportar el mal y el arbitrario dolor. Rampa ignota, la poesía, de lanzarse a la libertad”, proclamó Ida Vitale el día que recogió su “Cervantes de la poesía”, como apodan al Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que otorgan conjuntamente Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca. Acababan de producirse los atentados de París. Unas semanas más tarde asegura: “La poesía es luz para las civilizaciones. Aunque la fuerza de la poesía, como la de la música, no da para luchar contra la barbarie, sí es un recurso para no meterse entre la masacre”.
Vitale nació en Montevideo en 1923 y pertenece a la cuarta generación de una familia de inmigrantes italianos.
Aseguran que es voz para las nuevas generaciones y que su poesía inmediata, viva, está elaborada con gran rigor intelectual. Para ella “la poesía es la química de las palabras”.
“Hoy todo está tan empaquetado que sea hace difícil la discrepancia”
Empezó a escribir porque le dictaron un poema de Gabriela Mistral y no lo entendió.
“El día que lo comprendí lo hice por mis medios y ahí me di cuenta de que la poesía es intrigante, te plantea problemas y debes resolverlos”.
“Ahora –admite- existe mucha información que ahorra trabajo, pero no sé si es bueno ahorrar trabajo. Hoy todo está tan empaquetado y ordenado que se hace difícil la discrepancia”.
La España peregrina
En el año 1949 fue incluida ya en una antología de poetas jóvenes latinoamericanos a los que denominaban herederos de Juan Ramón Jiménez.
“Aunque en Uruguay no tuvimos tanta fortuna como otros países, también nos tocó recibir a grandes intelectuales de la España peregrina –recuerda-. Cuando conocí a Juan Ramón un grupo de estudiantes le alababa y criticaba a Bergamín. A él le encantaba que le hablaran mal de su rival, pero yo salí en defensa de Bergamín y más tarde Juan Ramón me escribió una carta para agradecérmelo. Fue una reacción muy española”.
Uruguay: la Suiza de América Latina
De su Uruguay natal asegura que “es un país tremendamente nostálgico” del que tuvo que partir porque la persecución de los militares a los libertarios era permanente. “Todo era mármol negro”. "Fue paradójico porque realmente Uruguay siempre había sido un país sin confrontación ideológica.
De hecho, se decía que Uruguay era la Suiza de América”.
Con el movimiento del 68 francés “los hijos de papá y mamá” se levantaron. “Eran estudiantes que se sintieron llamados a modificar el país. Esos eran los tupamaros”, afirma Ida Vitale, que prefiere no calificar al ex presidente uruguayo (integrante del movimiento tupamaro) José Mujica –de actualidad en España por una reciente entrevista concedida aJordi Évole para el programa Salvados, de La Sexta-. Le profiere, eso sí, la consideración de ser “buena persona”, “pero no le puedo subir a la cumbre”.
México lindo y querido
La dictadura “del Uruguay” la llevó a México. Allí trabajó en la revista Vuelta, de Octavio Paza quien agradece que haya dejado "mucha gente aprendida”.
Su paso por México fue transformador y por ello, avanza, prepara una obra “de gratitud” a aquel país que se titulará“Shakespeare Palace”.
Es hora de marcharse. Se va con brío: “tengo trabajo por revisar y por concluir”.