El director de cine argentino de 51 años y afincado en Francia, Gaspar Noé, vuelve a ser noticia por un melodrama determómetro argumental tórrido, que ha causado gran revuelo en Francia.
Elpasado 15 de julio, estrenó Love,cinta cargada de escenaseróticas, donde la marca del cineasta queda grabadaa fuego y esdesaprobada poralgunos círculosde la sociedad ultraconservadora de Francia.
El gran mazazo para elpolémico director ha sido hace unos días, cuando la justicia francesa prohibió la entrada a los menores de 18 años en las salas donde exhiban el film.
Antes de su estreno, el Centro Nacional del Cine, lo clasificó como “desaconsejado a menores de 16 años”.El Tribunal Administrativo de París fuemás severo y el 31 de julio vetó la entrada a menores de 18 años. Esta decisión fue tomadatras la denuncia dela asociación conservadora Promouvoir, asociacióncreada en 1996 por André Bonnet,un abogado muy cercano al ultraderechista Bruno Megrét. Bonnet dice que ellos "luchan por el conocimiento de valores judeocristianos y el impedimento y obstaculización de la homosexualidad, incesto y de la violación”. En la denuncia alegaron que la película eshiriente ala sensibilidad del menor. No es la primera denuncia. En anteriores ocasiones lograronque la justicia prohibiera el acceso de menores a salas donde exhibieran Saw 3D o Nymphomaniac (2ª parte).
Ante la denuncia, Gaspar Noé reaccionó de inmediato. En una entrevista ofrecida al diario francés Libération comentó: “Mi película es inofensiva, pero parece molestar. Lo que me angustia es que, a causa de este tipo de cosas, los directores o productores puedan empezar a tener miedo”.
El rodaje de Love se ha realizado en 3D y con un reparto de actores desconocidos.
El film narrala historia de un estudiante de cine que llega de Estados Unidos aParís. Murphy (el protagonista), recibe una llamada en la que le anuncian la desaparición de Electra, su expareja. Y,empieza a recordar esta relación, donde se veala pareja en un club de intercambio, en tríos sexuales y también un primer plano de una eyaculación del protagonista.
La película ha sabido dar la vuelta a la frecuente imagen poco refinada deeste tipo de cine, pero ha tenidocríticas negativas en el último Festival de Cannes, donde fue tildada de argumento “raquítico” apesar de ser la primera cinta de autor con escenas sexuales, no simuladas.
La polémica no ha provocado la asistencia en masa del público. Hasta ahora ha sido vistapor 30000 espectadores, cifra lejana a otras producciones rodeadas por escándalos.
Aún queda una última carta para lograrque Love seavista por todos los públicos. El Ministerio de Cultura ha presentado un recurso ante el Consejo de Estado para revocar la prohibición. Elrecurso viene provocado por la denuncia de un sector importante del cine francés.
Lo clasifican, como un ataque a la libertad de expresión y ha hecho,que la ministra de Cultura, vea ahora con buenos ojos la anulación de este veto.
Bonnet afirmó al portal Allociné que “A menudo, este cine tiene como objetivo confeso participar en la destrucción de las estructuras sociales y familiares en nombre de un libertarismo sin límite”. El periódico Le Monde, afirma que Bonnet, haparticipado en los recientes combates que el frente ultraconservador ha tenidocontra el gobierno de François Hollande. El Consejo de Estado tiene ahora dos meses para dictar sentencia. Veremos así, si la prohibición se anula o se mantiene. De momento, la polémica está servida.