En estos momentos estoy al borde de la destrucción. Rumba, mi perra, se ha peído. El olor es nauseabundo. Lleva unos meses haciendo gala de constantes y olorosas flatulencias. Que un perro se tire cuescos no nos tiene por qué asombrar, pues es algo natural. La expulsión anal de gases intestinales es un proceso más del conjunto de procesos que constituye el aparato digestivo canino (y humano).

Sin embargo, como dueño de una perra, que cuenta con una conexión a Internet, no he podido resistirme a la tentación de teclear en Google estas palabras mágicas: "mi perro se pee".

El buscador, de forma eficiente, me ha devuelto una lista de resultados, en la que aparecían diversos textos relacionados con las flatulencias caninas.

Como sospechaba, las flatulencias caninas son normales, salvo en casos excepcionales, que pueden indicar una enfermedad gástrica. No obstante, en estos casos excepcionales, los cuescos vienen acompañados de otros síntomas, tales como diarrea, vómitos, falta de apetito, etc.

Rumba, mi perra, no presenta estos síntomas, así que no creo que el aumento de pedos que estoy sufriendo en estos meses se deba a una enfermedad subyacente. Luego he pensado que mi perra es una anciana, tiene casi 10 años y es una mezcla de razas grandes (labrador y braco alemán).

A los siete años hicieron aparición 23 alergias. Al año siguiente, la artrosis. Además, la pobre tiene sobrepeso, a pesar de que le doy menos comida que antes y hace más ejercicio, aunque moderado por sus problemas de articulaciones.

En cualquier caso, he relacionado el aumento de los pedos de mi perra con su vejez. Pero con solo relacionarlo no he tenido suficiente, así que he hecho una pequeña investigación en Google.

Supuesto que la edad no aparece relacionada con el aumento de los pedos en los perros, al menos, en lo que he encontrado en Internet (comentarios en foros sobre perros jóvenes muy flatulentos, en la mayoría de los casos), me he preguntado si los seres humanos ancianos son más flatulentos que los jóvenes.

Como esperaba, he obtenido una respuesta afirmativa: lo son.

Por otra parte, puesto que tanto en humanos como en perros, las causas del aumento de flatulencias en individuos jóvenes son las mismas y por las mismas razones, he concluido que, en efecto, Rumba, mi perra, experimenta un aumento de pedos, desde hace algunos meses, por la sencilla razón de que ha envejecido. Sus intestinos ya no absorben tantos gases como antes, así que los tiene que expulsar por alguna parte. Sí, los perros se peen… ¡Y mucho!