El ajo no solo tiene valor nutricional, sino medicinales, ayuda a combatir las enfermedades cardíacas con efectos tanto curativos como profilaxis. Pues impide que se acumule el colesterol en nuestras venas y estimula la circulación de la sangre. También incrementa el nivel de insulina en el cuerpo, inspecciona los daños causados por la arteriosclerosis y reumatismo. Disminuye el riesgo ACV o ictus cerebral, favorece el transporte de oxigeno mediante la hemoglobina de los glóbulos rojos a los órganos. Reduce la presión sanguínea.

Aunque es muy importante saber que estos efectos medicinales, dependen de cómo se ingiere el ajo.

Porque este posee diferentes propiedades tanto en crudo como elaborado. Para obtener los efectos que he mencionado antes, el ajo debe comerse crudo. Este puede ser machacado o cortado en trozos pequeños para que la sustancia alina y alucina se generen para obtener efectos beneficiosos. En cambio cuando el ajo se cocina estas sustancias se destruyen y otros componentes se liberan denominados adenosina y ajoeno que poseen efectos anticoagulantes. Es un buen antioxidante, nos protege de los radicales libres (efecto anti envejecimiento).

Después de contaros los beneficios que nos aporta este alimento a nuestra salud, me gustaría presentaros como podéis transformar la teoría con la praxis, Porque no solo debe ser sano, sino también gustar al paladar.

Así pues os presento una receta propia que podéis preparar. Ideal para todos aquellos que quieren bajar de peso o reducir calorías.

Salsa a la All i oli - (Elaboración 15 minutos)

Ingredientes:

- 2 yogures naturales sin azúcar (griego)

- 1 yogur natural sin azúcar (normal)

- 5 dientes de ajo

- 1 cucharada de aceite virgen de oliva

- Sal de mar, nuez moscada, orégano, tomillo, hierbas provinciales.

Preparación:

Mezclar los yogures bien, hasta obtener una masa homogénea, pelar los dientes de ajos y triturarlos, después junto con el resto de ingredientes, mezclarlos con el yogur. Para conservarlo guardarlo en la nevera.

Para acompañar: verduras, carnes o pescado a la brasa, patatas cocidas, ensaladas, pan blanco, huevos duros.