Un fuerte olor desagradable invadió durante varios días un edificio del Distrito Centro, en Madrid, más precisamente en Atocha 35, por lo que los vecinos pusieron en conocimiento a la Policía Nacional. Los Bomberos del Ayuntamiento de la capital tuvieron que ingresar a la vivienda que se encuentra en el cuarto piso por la fuerza, derribando la puerta, para encontrar dos cadáveres en avanzado estado de descomposición. Los sanitarios del SAMUR-Protección Civil sólo se hicieron presentes en el lugar para confirmar los fallecimientos de un hombre y una Mujer.

El desagradable olor que advirtió a los vecinos de la calle Atocha

Las personas muertas son una madre de 91 años y su hijo de 49. En el domicilio no había ni puertas ni ventanas forzadas ni ningún otro signo de violencia, tampoco en los cuerpos. No se ha constatado un robo o faltante en el apartamento, por lo que se estima que los decesos de esas dos personas se hayan producido por causas naturales.

La anciana y su hijo autista dependían entre sí y vivían solos

Los análisis preliminares indican que las muertes se habrían producido hace bastante tiempo y no de manera simultánea ya que ambos eran dependientes entre sí. Se estima que la mujer pudo haber muerto primero a causa de alguna dolencia o Enfermedades preexistentes y propias de su avanzada edad.

Pero el hombre, su hijo, la habría secundado irremediablemente, ya que se trataba de una persona que no podía valerse por sí misma ya que sufría un síndrome de espectro autista, por lo que la muerte le puede haber llegado por algún accidente doméstico o simplemente por inanición, es decir, de hambre.

Al parecer, ambos vivían solos en el apartamento de la capital y no tenían familia que los visitara o asistiera asiduamente.

El esposo de la mujer y padre del hombre también había muerto varios años atrás, según testimonios de los vecinos, por lo cual estaban realmente solos.

La investigación a cargo de la Policía Nacional para determinar la secuencia de los fallecimientos

La investigación para terminar de esclarecer las dos muertes ha quedado a cargo de la Policía Nacional que está a la espera de las autopsias para definir la real secuencia de ambas muertes y las circunstancias de cómo se desencadenaron, pero al momento no se detecta y se ha descartado delito o crimen alguno.

El hallazgo de los dos cuerpos se produjo este martes 29 de marzo. Las primeras inspecciones oculares en el apartamento donde la anciana y su hijo vivían demostrarían la hipótesis de que la muerte no es reciente, dado el avanzado estado de descomposición de los cuerpos, y que dataría de al menos uno o dos meses. Madre e hijo habrían fallecido de manera natural.