El Departamento de Policía de Nueva Gales del Sur, Australia, informó este martes 27 de febrero del hallazgo de los cuerpos sin vida del presentador de televisión Jesse Baird y su pareja, Luke Davies. Las autoridades del país llevaban una semana buscando a los dos ciudadanos, quienes fueron supuestamente asesinados por un oficial de policía.
Los cuerpos no han sido identificados
Karen Webb, oficial encargado de la investigación, declaró a la prensa australiana que después de una intensa búsqueda, los cuerpos de la pareja fueron hallados en la localidad de Bungonia, situada a 185 kilómetros de Sídney.
Webb alegó que está convencida que se trata de Jesse Baird y Luke Davies. No obstante, ella afirmó que la Policía de Nueva Gales del Sur debe realizar las pruebas pertinentes para poder confirmar la identidad de los cuerpos encontrados. De acuerdo con un comunicado emitido por la policía australiana, los familiares de los desaparecidos fueron avisados del hallazgo.
El presunto autor del crimen se entregó días antes a la policía
El sábado 24 de febrero la policía procedió al arresto del oficial Beaumont Lamarre-Condon, después que este se entregó en una comisaria. Las autoridades acusaron al agente como autor del asesinato, al tener en cuenta que Lamarre, según la policía, había tenido una relación sentimental con Baird y este pudo ser el móvil para cometer el crimen.
Los primeros indicios aportados por la investigación policial apuntan que Lamarre quitó la vida con un arma de fuego a la pareja el 19 de febrero. El hecho pudo haber ocurrido en la propia casa de Baird. Posteriormente, Lamarre habría alquilado una furgoneta para transportar los cuerpos y deshacerse de ellos.
Días después, la Policía de Nueva Gales del Sur encontró algunas de las pertenencias de la pareja en un contenedor de basura del barrio de Cronulla, al sur de Sídney.
Fue en ese momento cuando las autoridades iniciaron el proceso de investigación.
El hecho ha conmocionado a la sociedad australiana
La noticia de la muerte de Jesse Baird y Luke Davies ha conmocionado a la sociedad australiana. Al respecto se han difundido en redes sociales numerosos mensajes en honor a la memoria de los dos jóvenes.
La comunidad LGTBIQ+ australiana condenó el crimen y exige mejores garantías de seguridad para los miembros del colectivo.
En rueda de prensa, Webb descartó la idea de "crimen de odio" como posible móvil para cometer el acto y afirmó que todo apunta a un acto de "homicidio doméstico".