El submarino Titan desapareció y naufragó el pasado domingo cerca de los restos del Titanic, el trasatlántico hundido en 1912 en el Océano Atlántico. La empresa OceanGate era la responsable del sumergible que sufrió una implosión mientras su tripulación intentaba observar el barco hundido en el fondo marino. Ahora Eric Fusel, profesor de la Universidad de Adelaide, ha explicado que las víctimas podrían haber muerto en dos centésimas de segundo.

Eric Fusel dio detalles de la implosión del Titan

El profesor de la Universidad de Adelaide reiteró que la implosión presuntamente “habría matado a todos los pasajeros en menos de 20 milisegundos”.

En ese sentido, la Guardia Costera de Estados Unidos baraja la hipótesis de que en los primeros diez milisegundos se rompió el casco del Titan y se produjo una igualación inmediata de la presión. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el sumergible podría haber quedado destruido en apenas unos milisegundos.

Por eso, Eric Fusel sostuvo que el incidente del Titan podría haber sido “muy ruidoso” y “casi instantáneo”. El director de la Escuela Superior de Estudios Navales Antonio Crucelaegui afirmó que a 4.000 metros de profundidad la presión era brutal: “Es soportar encima de nuestras cabezas el Empire State Building de Nueva York.

En el Titan iba el millonario pakistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, el experto en el Titanic Paul-Henri Nargeolet, el dueño de la empresa Action Aviation Hamish Harding y el consejero delegado de OceanGate Expeditions Stockton Rush.

Nikolas Xiros, profesor de arquitectura naval, comentó que la presión era “enorme” a 4.000 metros de profundidad. Por otro lado, el presidente de física en Florida Atlantic University Luc Wille explicó que la presión en la zona donde descansaban los restos del Titanic era 380 veces superior que en la superficie.

El submarino sufrió la implosión el mismo día que comenzó la expedición

El Titan sufrió la implosión el mismo día que comenzó la expedición para ver los restos del Titanic. El sumergible perdió contacto con OceanGate una hora y 45 minutos después de la inmersión en el Océano Atlántico. Steve Nagiewicz, arqueólogo marino, sostuvo que la nave probablemente tenía “un fallo en el casco” que finalmente provocó que el aparato cediera ante la presión en el fondo marino.

Un experto comparó la implosión con una carga de C4

En ese contexto, un experto de viajes JP Morgan explicó que en la zona donde se encontraba el Titanic a unos 3.000 metros de profundidad “la presión liberada equivaldría a 292 kilogramos de explosivo C4”. El experto añadió que cuando el sumergible colapsa, las bolsas de gas se calientan con rapidez y alcanzaban “varios miles de grados centígrados durante un breve instante”.