La Justicia alemana ha condenado a una mujer nonagenaria por ser cómplice del asesinato de más de 10.500 presos durante la etapa del nazismo. La mujer, a sus 97 años de edad, fue juzgada por haber sido secretaria en un campo de concentración y se negó, en todo momento, a declarar.
El juicio contra la nonagenaria duró 40 días
Un tribunal alemán ha condenado, este martes, a libertad condicional durante dos años a una mujer de más de noventa años que fue secretaria del campo de concentración que ubicaron los nazis en Stutthof, en territorio de Polonia, al declararla culpable de un delito de complicidad en la muerte de un número superior a 10.500 prisioneros.
La Audiencia de la provincia de Itzehoe ha respondido a la petición realizada por la Fiscalía de condenar a la nonagenaria a libertad condicional durante dos años, mientras que la defensa de la mujer solicitó su absolución. El juicio duró un total de 40 días y el juez ha condenado a la anciana acusada, Irmgard Furchner, de 97 años de edad, por complicidad en el asesinato de un número que superaría los 10.505 presos, así como por ser cómplice a la tentativa de asesinato de cinco casos más, según ha informado NDR, cadena de noticias pública de la región.
La acusada, en un primer momento, se dio a la fuga y ya ante el Tribunal rechazó la posibilidad de declarar al comienzo del juicio que ha tenido lugar en la ciudad de Hamburgo (Alemania).
La mujer, que se desplaza en una silla de ruedas, trabajó como mecanógrafa y taquígrafa en la oficina del comandante que dirigía el mencionado campo de concentración que se situaba en Stutthof, a muy poca distancia de Gdansk, la conocida ciudad de Polonia, desde el mes de junio del año 1943 hasta el mes de abril del año 1945, cuando la acusada tenía entre 18 y 19 años de edad.
Según la Oficina Central, que se encarga de investigar los crímenes que tuvieron lugar durante el nazismo, unos 65.000 presos fueron asesinados en el campo de concentración en Stutthof, bajo el mando alemán, y en sus instalaciones cercanas, además de en las conocidas como marchas de las muertes que se organizaron durante los últimos meses de la II Guerra Mundial.
La mujer escapó de la residencia de ancianos en la que residía
El juicio comenzó en el mes de septiembre del año 2021 y contó con las declaraciones de catorce testigos entre los que estaban ocho personas que lograron sobrevivir al campo de concentración y que relataron los abusos que se cometieron en el interior de sus instalaciones. También estuvieron presentes expertos, entre los que estaba un historiador que declaró durante 14 sesiones del juicio. La anciana intentó eludir al Tribunal escapando de la residencia de ancianos en la que residía, en el norte de Hamburgo, de madrugada.