El pasado miércoles el diario estadounidense The New York Times difundió un reportaje sobre las críticas de los soldados rusos sobre las decisiones tomadas por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y los líderes militares del país en Ucrania. En el mismo trabajo periodístico mostraron cómo las tropas rusas reconocían las atrocidades cometidas contra la población civil.
Las llamadas interceptadas se registraron el pasado mes de marzo, unos días después de que Vladimir Putin ordenara el inicio de la ofensiva militar sobre Ucrania. Las charlas de los soldados con familiares, parejas y amigos fueron realizadas desde la zona cercana a la localidad de Bucha en las afueras de Kiev.
Las conversaciones de los soldados rusos fueron interceptadas por el Gobierno de Ucrania
Las charlas de los soldados rusos fueron interceptadas por el Gobierno ucraniano y el medio norteamericano durante tres meses llevó a cabo las traducciones respectivas antes de su difusión el pasado miércoles. En las conversaciones solo han mostrado los nombres de pila de los militares rusos.
El medio alegó que si publicaban los nombres completos de los soldados rusos a través de sus móviles tendrían que pagar con penas de cárcel en su país en caso de que se expresaran públicamente. Incluso el periódico reveló que los soldados no estaban autorizados a realizar esas llamadas a sus familiares, amigos y parejas.
Los soldados rusos critican el comportamiento de Vladimir Putin en la guerra ucraniana
En una de las conversaciones uno de los militares rusos se queja del comportamiento del mandatario de su país: “Putin es un necio”. El soldado insistía en que el líder ruso quería que tomaran Kiev aunque no había forma de hacerlo. En otra de las interceptaciones un miembro de la tropa rusa refería que habían recibido órdenes de quitarle la vida a todo el que vieran.
Uno de los soldados rusos advertía que estaban perdiendo la guerra e incluso hablaba del estancamiento de la ofensiva y las deserciones en su regimiento. Un miembro de las tropas decía que cuando regresara a Rusia se marcharía del Ejército. Un hombre llamado Sergei advertía que fueron engañados antes de ser desplazados a Ucrania, una versión que confirmó Nikita a un amigo.
La matanza de Bucha se produjo en medio de las llamadas interceptadas
Sergei le decía a su madre que esa era la peor decisión que había tomado el Gobierno de Vladimir Putin. En otra conversación Aleksei le contó a su pareja cómo los engañaron hablándoles de unos supuestos entrenamientos para ocultar el traslado al frente de guerra en Ucrania.
Aleksandr en una conversación interceptada confiesa que las tropas rusas solo estaban tomando pueblos y no ciudadanos como declaraba la versión oficial. En otra charla el soldado Sergei reveló que les dieron órdenes de quitarle la vida a los civiles y arrastrar sus cuerpos hasta el bosque. Cabe recordar que el contexto de las interceptaciones se produjo durante la matanza de Bucha.