Gazprom ha avisado a sus clientes europeos de que no puede suministrar el gas habitual por razones de ‘fuerza mayor’. La empresa rusa ha comunicado que las circunstancias especiales han sobrepasado la capacidad de la estatal. Incluso la gasística ha empleado la cláusula ‘acto de Dios’ donde se hace referencia a la fuerza mayor en contratos comerciales y define algunas situaciones que la liberan de ciertas obligaciones legales.

La Unión Europea sopesa una situación en la que tarde o temprano el presidente de la Federación rusa Vladimir Putin cortará de forma definitiva el suministro de gas a los países europeos.

Bruselas cree que el líder ruso empleará como arma de guerra los recursos energéticos rusos a medida que se acerque el invierno.

La reducción en el suministro del gas ruso a los clientes europeos lleva varias semanas

Desde hace semanas se ha reducido el suministro de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream 1 bajo el mar Báltico, así como mediante Bielorrusia y Ucrania. En ese sentido el 14 de julio Gazprom había justificado la reducción alegando circunstancias especiales. La empresa comunicó la situación mediante una carta enviada a sus clientes europeos.

El economista de energía de ABN Amor, Hans van Cleef, sostuvo que la carta de la estatal rusa a sus clientes del pasado 14 de julio era un primer indicio de que Rusia no reanudaría el suministro tras los diez días de mantenimiento al Nord Stream 1.

El experto deslizó que la decisión del Kremlin podría significar el siguiente paso en el clima de tensión entre Moscú y Europa.

El aviso a los clientes europeos y la reacción tras la decisión de Rusia

RWE, el mayor productor de energía de Alemania, reveló que recibió el aviso por parte de la estatal rusa alegando las razones de ‘fuerza mayor’, mientras que el mayor importador de gas ruso alemán, Uniper, también asegura haber recibido la misiva de Gazprom, haciendo referencia a la cláusula ‘acto de Dios’.

Moscú busca mantener reducido el suministro del recurso energético al mínimo para presionar a la Unión Europea en respuesta a los paquetes de sanciones europeas impuestas a Rusia.

Los analistas sospechan que el objetivo que Rusia busca se trata de que Europa no pueda construir almacenes con reservas suficientes de gas para hacer frente al invierno que se aproxima, una situación en la que Vladimir Putin podría presionar a los países más fríos con la amenaza de un corte definitivo.

El mes pasado Rusia redujo su suministro de gas a través de Ucrania alegando problemas técnicos con unas turbinas. Moscú expresaba que no podía reemplazar las piezas debido a las sanciones de Occidente. Sin embargo, las exportaciones del recurso energético ya habían disminuido desde mayo cuando se cerró uno de los principales puntos de entrada del gas tras un ataque ruso a una estación compresora en territorio ucraniano.