El fotógrafo René Robert, de 84 años, murió solo y abandonado en una concurrida calle de París, durante la noche que va del 18 al 19 de enero. El trágico hecho se conoció a partir de un tuit de su amigo, el periodista Michel Mompontet, quien lamentó en un potente tuit la muerte del fotógrafo y la reacción de toda la sociedad: “Asesinado por la indiferencia”.

René Robert salió a caminar en la fría noche parisina y cayó, golpeándose la cabeza. Tras la caída, el anciano fotógrafo permaneció durante nueve horas en la muy transitada acera de la calle Turbigo, entre la Place de la République y Les Halles, sin que nadie se dignara detenerse.

“Estuvo solo, en el suelo, consciente, al menos durante las primeras cinco o seis horas en uno de los barrios más concurridos de París sin que nadie viera oportuno intervenir. No debería haber muerto", reflexiona con dolor Mompontet.

Una mujer sin hogar alertó sobre la presencia del fotógrafo en la calle

El fotógrafo permaneció nueve horas sin poder moverse a merced del frío y nadie recurrió en su ayuda, hasta que a las 6:30 horas de la madrugada llegaron los bomberos, alertados por la llamada de una persona sin hogar, una mujer, mientras durante todo ese tiempo cientos de personas habrían pasado, indiferentes, ante el hombre caído. Una triste parábola.

Trasladado al hospital público de Cochin, René Robert presentaba un estado de extrema hipotermia y un traumatismo de cráneo.

No pudo ser reanimado y murió en el hospital.

René Robert, una vida dedicada a fotografiar el arte flamenco

René Robert había nacido en Friburgo, Suiza, en 1936. De adolescente se interesó por la fotografía, arte en el cual se desarrolló, forjando una carrera que despuntó con sus potentes imágenes sobre el flamenco.

El arte flamenco lo descubrió gracias a una mujer sueca quien le señaló la existencia de un tablao cerca del río Sena, en París, llamado ‘Le Catalan’, que se trataba de un lugar de encuentro de españoles en la Ciudad Luz.

Apasionado por esa música, ante su lente pasaron las mayores figuras de la escena flamenca: Paco de Lucía, Vicente Amigo, Tomatito, Cristina Hoyos, Pastora Galván o Sara Baras, entre otros.

Una muerte evitable

El trabajo de este artista también se encuentra recopilado en tres libros de su autoría: 'Flamenco' (1993), 'La Râge et la Grace' (2001) y 'Flamenco attitudes' (2003) y recientemente había legado a la Biblioteca Nacional Francesa de París miles de sus fotos.

René Robert trabajaba la fotografía siempre en blanco y negro y sus imágenes de guitarristas, cantantes y bailaores integran la historia del arte flamenco. “Para él, el blanco y negro es el color del flamenco”, recuerda su amigo Michel Mompontet, también amante de la música andaluza, “estas fotos dicen algo tan profundo como el arte producido por los artistas”.

Su repentina muerte y las circunstancias de la misma conmocionaron especialmente a sus allegados y trascendió las fronteras. A pesar de sus 84 años, el fotógrafo estaba en muy buena forma, tenía una vida muy espartana, y no fumaba ni bebía. Se cayó y no pudo levantarse, ante la indiferencia de los transeúntes. “Y lo que este trágico y repugnante final de vida nos enseña sobre nosotros mismos”, reflexiona Momponent sobre la muerte de su amigo y la sociedad.