Joyce y George Bell son una pareja de ancianos que tienen 66 años de casados y han debido separarse para cumplir los protocolos del coronavirus. Ahora, tras haber pasado 100 días sin verse, su reencuentro ha conmovido a quiénes conocen su historia.
George, de 89 años, fue el primero que debió ser ingresado en un hospital, en Middlesbrough, Inglaterra, cuando sufrió una caída. Unos días más tarde, su Mujer, Joyce, de 87 años, también fue ingresada en el mismo Centro de Salud, pero por el protocolo por el Coronavirus, la pareja no había podido verse.
El emotivo reencuentro de los ancianos
El pasado 19 de octubre Joyce se recuperó de sus lesiones. Al día siguiente pudo ver a su marido George, quien estaba en otro piso del centro de ancianos Tollesby Hall Care Home, y cuyo personal ha publicado algunas imágenes del conmovedor reencuentro en su página de Facebook.
Así lo ha comentado Rachel White, del Tollesby Hall Care Home, dando detalles del momento. "Todos lloraban en la habitación", expresó al recordar que la mayoría de las personas tuvieron que salir de la habitación por lo emotivo de la situación. También señaló que antes del reencuentro, Joyce estaba nerviosa y emocionada porque vería a su esposo tras haber estado alejados por tanto tiempo.
Incluso dijo que la anciana le comentó que se sintió como cuando estaba saliendo con George por primera vez. White también dijo que en la residencia de ancianos estaban haciendo todo lo que está en sus manos para que la pareja regrese a su hogar lo más pronto posible para continuar con su vida cotidiana.
La pareja lleva 66 años casados
Joyce también ha señalado que el reencuentro fue muy agradable y dijo que ella siempre estaba para él. En una entrevista con el medio Daily Mail, la anciana también contó un poco de su historia. Ella tenía 21 años de edad y George 23, cuando se casaron en la iglesia de St Cuthbert que estaba ubicada en Newport Road, y de la cual solo queda el recuerdo porque ya no existe.
También contó que cuando cumplieron 40 años de casados, en las bodas de Rubí, George le regaló un anillo que guarda como un tesoro.
Sobre la respuesta por los consejos para tener un matrimonio duradero y feliz, Joyce también dio su punto de vista. “Déjalos que se salgan con la suya”, dijo señalando que han vivido en un búngalo en la localidad de Marton, en el condado de Lincolnshire de ese país. La pareja se recupera bajo los cuidados médicos de la residencia de ancianos, pero cada día, Joyce es trasladada al piso inferior para reencontrase con George. También contaron que se sienten muy agradecidos con la atención recibida y con lo bien que los están cuidando en el Tollesby Hall Care Home.