“Esto no es covid y no está relacionado con un cáncer. No es una cuestión de relaciones personales” afirma el príncipe Alberto Grimaldi sobre la nueva desaparición pública de su esposa Charlène. “Si queréis discutir sobre otra especulación, no está relacionado con la cirugía plástica”. Así el príncipe intenta explicar la nueva ausencia: “Es algo de una naturaleza diferente”.

Charlène estuvo pocos días en Mónaco

Después de seis meses en Sudáfrica, Charlène de Mónaco regresó al principado el 8 de noviembre para reunirse con su familia y participar en la fiesta nacional.

Un intento que sin embargo duró pocos días. De hecho, Charlène vuelve a estar lejos del principado, en un lugar secreto de Europa, en un centro de excelencia.

La novedad fue confirmada por su esposo Alberto, quien trató de mantener la máxima confidencialidad sobre el misterioso lugar. En realidad, la princesa estaría hospitalizada en una clínica privada en Suiza, donde ya lleva unos días. El diario Il Messaggero de Italia y la editora de la revista Voici, Marion Alombert, entrevistada por la radio francesa RTL afirmaron que la princesa Charlène está hospitalizada y los rumores son varios: sustancias ilegales, alcohol, enfermedad mental. Sin embargo, son especulaciones de la prensa, ya que nada de esto está informado oficialmente por el principado.

La princesa aceptó que necesita ayuda

La única voz oficial es la del propio Alberto de Mónaco que a la revista People le ha concedido un extenso reportaje donde sostiene que “ella se dio cuenta que necesitaba ayuda. No puedes forzar a alguien a entender que necesita tratamiento, tiene que aceptarlo por sí misma”.

Una reunión de Charlène con su esposo y sus hermanos terminaron de convencer a la princesa de que lo más importante era recuperar su salud y que era muy amada por todos.

La princesa dio el paso y aceptó ingresar a una clínica especializada para tener "un tratamiento médico real", donde poder recibir cuidados, descanso, pero sobre todo apoyo psicológico. Pero que una condición importante era que estuviera fuera de Mónaco, para poder preservar la intimidad "ella quería esto", explica Alberto de Mónaco.

Alberto explica que su esposa está ‘agotada’

Alberto asegura que Charlène regresó de Sudáfrica y estuvo muy bien durante algunos días, pero que pronto se dio cuenta que no está en condiciones de participar de la agenda oficial de la casa real del principado. “Está cansada, agotada física y moralmente”, al punto de no poder cumplir ni siquiera con la actividad familiar. Pero también, a sabiendas de los rumores que acompañan a la pareja desde su mismo casamiento, no deja de aclarar que es “una situación que no tiene nada que ver con nuestro matrimonio. No hay ningún problema entre nosotros”.