Desde hace al menos cuatro días, decenas de personas del Reino Unido han asistido a los puntos de repostaje por temor a que el desabastecimiento de combustible empeore. Largas colas se han formado en las estaciones de servicio que todavía permanecen en funcionamiento. Además, han ocurrido algunas peleas entre los asistentes a los puntos de repostaje, las cuales rinden cuentas de la creciente crispación que aqueja a la población británica.
El desabastecimiento de las estaciones se debe a la escasez de conductores de camiones. Varias empresas petroleras del país, como Tesco, Esso y British Petroleum, se han visto forzadas a cerrar algunos de sus puntos de servicio y a poner límites de 30 libras por cliente para garantizar que la mayoría de personas tengan acceso al combustible.
Sin embargo, las medidas de las petroleras no han sido obstáculo para que algunos ciudadanos de Reino Unido llegasen a los golpes en su fiebre por llenar sus depósitos de combustible.
Una gasolinera de Reino Unido se convirtió en un cuadrilátero de boxeo
El pasado sábado 25 de septiembre, en una gasolinera al sur de Reino Unido, cuatro hombres se pelearon en una cola para repostar combustible. El suceso tuvo lugar en Chichester, una ciudad del sur de Inglaterra perteneciente al condado de West Sussex. Los involucrados, que parecían ser padres e hijos, iniciaron un enfrentamiento verbal que rápidamente terminó en golpes y patadas.
Aunque se trata de un caso muy puntual, el suceso expresa la gravedad de los problemas de distribución de combustible en el país, así como la creciente crispación entre los ciudadanos de Reino Unido por el temor a no poder repostar gasolina o diésel durante los próximos días.
Los cuatro hombres de Chichester no fueron detenidos en su enfrentamiento. Por el contrario, el público se alarmó únicamente por la posibilidad de que se hubiese acabado el diésel. Por su parte, los involucrados en la pelea se dieron puños y patadas hasta terminar exhaustos en el suelo de la estación.
Reino Unido afronta el déficit de conductores de camiones
Aunque el gobierno británico ha asegurado que el Reino Unido no afronta una escasez de combustible el temor se ha apoderado de los consumidores. Esto ha sido así desde el pasado 24 de septiembre cuando algunas gasolineras como BP anunciaron el cierre de algunas de sus estaciones por falta de combustible asociado a la escasez de conductores.
En primer lugar, tras la concreción del Brexit muchos conductores extranjeros se vieron forzados a irse hacia su país de origen o a dedicarse a otro trabajo. Esta migración generó un déficit en Hoyer, la empresa encargada del transporte de combustible en Reino Unido, de aproximadamente 100.000 conductores de vehículos de carga pesada.
Por otra parte, el Coronavirus no solo ha intensificado esta migración, puesto que también ha generado retrasos en la realización de pruebas para nuevos conductores de vehículos de carga pesada, agudizando aún más la coyuntura que atraviesan el gobierno británico y sus ciudadanos.