En los inicios de la pandemia muchos países prohibieron los entierros y velatorios debido a que eran un foco de contagio para las personas, por lo que muchos no pudieron darle el último adiós a sus familiares. A medida que han disminuido los contagios y con la llegada de las vacunas, estas medidas se han relajado por lo que ha permitido esta clase de actividades, pero siguen poniendo en peligro a quienes asisten. Este fue el caso de cuatro hermanos que fallecieron a causa del COVID-19.
La historia ocurrió en Piedecuesta, Santander, Colombia. El primer hermano llamado Pablo Leal se contagió mientras trabajaba como policía durante las protestas que ocurrieron en Bogotá, y tras batallar varios días en una UCI de Bogotá, falleció.
En su entierro, cinco de sus familiares se contagiaron durante el funeral, pero solamente dos de ellos sobrevivieron.
Durante el entierro se contagiaron cinco personas
Gloria Amparo Leal, hermana de las víctimas contó que en el entierro se tomaron todas las medidas de seguridad, pero cinco de sus hermanas dieron positivo del virus, siendo ella y otra hermana las que sobrevivieron. El 7 junio falleció la primera hermana, Carmen Felisa Leal. Tres días después falleció María Aurora Leal, y el 14 de julio Claudia Lucía Leal sería la última en fallecer.
Ante estos acontecimientos, Gloria hizo un llamamiento para que las personas continúen cuidando y se vacunen, que a sus palabras fue lo que hizo la diferencia con respecto a sus hermanas.
La vacunación en Colombia inició el 17 de febrero del 2021 y en total se han aplicado unas 24.000.509 dosis contra el Coronavirus. En el país se emplean las vacunas de Pfizer, Sinovac, AstraZeneca y Janssen. En total unas 10.556.284 tienen el esquema completo de vacunación y el Gobierno está estudiando la posibilidad de levantar las restricciones de edad.
Ya han ocurrido tragedias similares
Esta no es la primera vez que varios miembros de una familia mueren por el Covid-19 en Colombia. Un caso similar ocurrió en el pasado mes de abril en el departamento de Magdalena. La víctima fue Leonardo Sánchez Martínez, un hombre de 43 años que prefirió pasar el COVID-19 en su casa y no acudir a un centro de salud, pues otros siete familiares habían estado ingresados en la UCI pero terminaron falleciendo.
El caso generó una gran tristeza en la localidad dado que si se hubiera tratado a tiempo Leonardo habría podido recuperarse.
Leonardo se convirtió en el octavo miembro de esa familia en fallecer por coronavirus. Jaime Alberto Sánchez, hermano del fallecido, contó que ninguno de sus familiares se cuidaban del virus dado que pensaban que “era inofensivo”. En total, una abuela, tres tíos, dos primos y dos hermanos del señor Jaime Sánchez murieron tras estar gravemente enfermos.