El cohete chino de 21 toneladas Long March 5B finalmente cayó a la tierra sin causar mayores problemas. El Pentágono había estado rastreando el artefacto para intentar anticipar dónde caerán sus restos, que luego de desintegrarse la mayor parte del cohete en la atmosfera los escombros se desplomaron en el océano Índico, específicamente en torno a las islas Maldivas al sur de la India. La Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China señaló que los restos se quemaron en su mayoría.
El Gran Marcha 5B fue lanzado el 29 de abril y originalmente debió aterrizar de forma controlada, pero al llegar a alcanzar velocidades 28.000 kilómetros por hora se provocó la activación de varios de los servicios de vigilancia espacial.
La Agencia Espacial Europea (ESA) detallaba que las partes más pequeñas del cohete se quemarían al entrar a la atmósfera, pero las partes más grandes que están hechos de material con un alto punto de fusión (como motores) podían sobrevivir e impactar en la tierra.
Map 3: Braga, Portugal (0202 UTC); Valladolid, Spain (0203 UTC), Reus, Spain; Oristano, Sardinia ; Rosarno, Calabria, Italy; Kythira (0208 UTC); Sitia, Crete; Gaza (0211 UTC); Jordan; Riyadh, Saudi Arabia (0214 UTC); Dhofar, Oman (0217 UTC). pic.twitter.com/iQGETBTmcP
— Jonathan McDowell (@planet4589) May 8, 2021
La probabilidad de que causara daños, era baja
China había informado el pasado viernes era muy improbable que el cohete, al caer en la atmosfera, ocasionara daños y que la mayor parte de él se desintegraría.
El experto chino Song Zhongping explicó en el diario Global Times que es común que los cohetes regresen al planeta, y que otros países como Estados Unidos lo hacen. También mencionó que el cohete estaba hecho de materiales livianos que se desintegrarían fácilmente. La prensa local acusó a los medios extranjeros de ser sensacionalistas y que han exagerado para desacreditar a China.
Estados Unidos criticó las acciones del programa especial chino
Por su parte, expertos estadounidenses criticaron la actuación de China. En primera estancia el máximo responsable de la NASA, Bill Nelson, publicó un comunicado donde acusaba al país asiático de no cumplir con los estándares de control de la basura especial, añadiendo que tanto China y otros países que tengan viajes espaciales actúen con “responsabilidad y transparencia” para poder asegurar tanto la “seguridad, estabilidad y la sostenibilidad” de las actividades en el espacio.
Otra crítica que se le hizo es que esta clase de cohetes no tienen un sistema de propulsión adicional que le permite regresar a un lugar específico del planeta. Esto provoco que en año 2000 uno de estos cohetes cayera en el océano Atlántico y sobre Costa de Marfil. Además en el año 2018 el laboratorio espacial chino Tiangong-1 vagaba sin control, reentró en la atmósfera terrestre sobre el océano Pacífico sur lo que ocasiono que los servicios de vigilancia de todo el mundo estuvieran atentos a él.