Nueva crisis en Latinoamérica: Nicolás Maduro no ha dudado en aumentar la tensión con la Unión Europea y la respuesta a esta acción, por parte de Bruselas, ha sido convocar a la embajadora del país venezolano en medio de la crisis diplomática tras la expulsión de la suya de la ciudad de Caracas. Sin duda, estamos ante una auténtica 'guerra diplomática' entre el chavismo y la Unión Europea.

Todo se ha precipitado después de la expulsión de la representante de la Unión Europea en la capital de Caracas que ha provocado una rápida reacción por parte de Josep Borrell, quien no dudó en llamar a consulta a la propia embajadora del régimen liderado por Nicolás Maduro en la ciudad europea de Bruselas para poder tomar las medidas que sean necesarias a este tipo de acciones y que sean recíprocas.

Sin duda, las relaciones entre la Unión Europea y uno de los países más ricos de Latinoamérica cada vez son más complicadas.

Nicolás Maduro es uno de los líderes de Latinoamérica más polémicos de los últimos años

Todos los medios de comunicación señalan que Claudia Salerno será expulsada de Bruselas y su destino inmediato será Venezuela cuando la pandemia del coronavirus se lo permita. Borrell ha declarado que, teniendo en cuenta las relaciones diplomáticas entre el país más rico de Latinoamérica y la Unión Europea, sólo una solución que haya sido negociada entre los propios venezolanos va a permitir al país poder salir de la crisis profunda que está viviendo.

Pero, el español es muy consciente de que las soluciones por parte de la revolución venezolana suelen ser a puñetazos.

En el trasfondo de esta nueva trifulca diplomática está el plan bolivariano para poder realizar unas elecciones que estarían diseñadas a medidas del gobierno oficial y que la Unión Europea no ha querido aceptar en ningún momento.

El país de Latinoamérica con más recursos, vive su peor crisis económica de su historia

Sin duda, un movimiento por parte del país bolivariano que es un auténtico disparo en el pie: el 40% de la ayuda humanitaria que percibe en la peor crisis de su historia (social, económica y sanitaria) procede de la Unión Europea.

Pero, la cosa no ha quedado ahí. Maduro no ha dudado en lanzar un gran aluvión de insultos y amenazas en el habitual mensaje que manda a los ciudadanos de su país, donde señala a Jesús Silva, embajador de España en la ciudad de Caracas, a quien no ha dudado en acusar en ser “cómplice de Leopoldo López, un auténtico delincuente”.

Un pintoresco guion por parte de uno de los políticos de Latinoamérica más polémicos y conocido como el “hijo de Chávez”. Incluso, Nicolás Maduro acusa al diplomático de España de haber formado parte del desembarco que tuvo lugar el pasado mes de mayo en la conocida como costa de Macuto con la intención de asesinarle.

No es la primera vez que la relación entre el país de Latinoamérica y la Unión Europea es complicada

Maduro ya advirtió que a lo largo de las próximas horas habría más noticias, además de concretar algunas de las amenazas de los últimos días: por ejemplo, Silva ha sido inscrito en el libro de récords Guiness en la categoría de diplomáticos: ha sido declarado persona non grata y expulsado en el año 2018 en aquella primera lista de sanciones por parte de la Unión Europea para ser readmitido solo unos meses después.

En aquel momento la cabeza del diplomático español había sido solicitada por parte de Diosdado Cabello, considerado “radical” y número dos del régimen chavista, al propio Nicolás Maduro. La gran duda es saber si el “presidente pueblo” iniciará una campaña en contra del gobierno de coalición de España del que forma parte Podemos, su antiguo aliado. Hoy en día, Caracas solo mantiene buena relación con Izquierda Unida. Maduro no se guardó ningún insulto a la hora de hablar de los diplomáticos europeos llamándolos: intervencionistas, supremacistas, colonialistas, racistas, arrogantes, bobolongos, esperpentos…