La reducción de la movilidad y el distanciamiento social son medidas esenciales para cortar la cadena de contagios y con ello impedir la propagación del Coronavirus. Sin embargo, son varias las personas que se saltan las normativas implementadas en cada uno de los países. Por tales motivos en cada nación se han determinado una serie de sanciones en dependencia de la infracción cometida, las cuales llegan incluso a castigos físicos.
Castigos ideados en la India
“La única manera de salvarnos del coronavirus es no salir de casa. Da igual lo que suceda, permaneceremos en casa” fue la sentencia del primer ministro indio al decretar el confinamiento nacional y los agentes policiales han optado por los más disímiles métodos para persuadir a las personas para que cumplan las palabras del mandatario.
Los castigos policiales han ido desde obligar a los que se saltan el confinamiento a hacer ejercicio físico, como sentadillas, flexiones, hasta pegarle a los que se paseaban por las calles con palos de carga.
Algunos ciudadanos se han quejado ante este proceder. Ese es el caso del trabajador doméstico Alok Barman, quien contó a New York Post haber sido golpeado al salir de su casa a las afueras a conseguir comida. “Ahora no tenemos nada para comer”, dijo.
Enjaulados como animales, el castigo en Filipinas
Las sanciones a quienes violan la cuarentena por el coronavirus en Filipinas son también extremas. En la ciudad de Santa Cruz, provincia de Laguna, al sur de Manila, las autoridades admitieron haber encerrado a cinco jóvenes en una jaula durante toda la noche.
Police and local officials have confined those arrested to dog cages and forced them to sit in the midday sun as punishment, among other abuses, @HRW said.
Philippines: Curfew Violators Abused | Human Rights Watch https://t.co/FUlad1iyqC pic.twitter.com/MydGWBz76w
— Carlos H. Conde (@condeHRW) March 25, 2020
Mientras en Parañaque, en el área metropolitana de Manila, los infractores fueron obligados a permanecer bajo el sol del mediodía después de haber sido arrestados.
Las autoridades alegaron que no tenían otro sitio donde tenerlos.
El punto máximo de los castigos podría ubicarse cuando un agente mató a un hombre al norte de Manila. El policía se justifica afirmando que el infractor del confinamiento disparó primero.
Las prácticas policiales han sido criticadas por Phil Robertson, subdirector de Human Rights Watch para Asia, quien expresó "La policía y los funcionarios locales deben respetar los derechos de las personas arrestadas por violar el toque de queda y otras regulaciones de salud pública".
Atrapados con un gancho en Nepal
Los policías nepalís han empezado a usar un gancho extensible para mantener controlado a distancia y sin contacto físico a quien viole el confinamiento. Según, Europa Press las autoridades han detenido nueve mil personas por violar el confinamiento. De ellas cerca de 1.400 ha sido mediante la utilización de esta herramienta, definida por el superintendente de la Policía Metropolitana de Katmandú, Pawan Kumar Bhattarai, como una técnica “de arresto multifuncional” y asegura además que “no hay escapatoria una vez el tenedor lo ha atrapado”.
Castigo pedagógico en Sogamoso
Sogomoso es un municipio del departamento de Boyacá, en Colombia. Su alcalde, Rigoberto Alfonso, tras conocer el diagnóstico del primer caso de Coronavirus decretó el aislamiento obligatorio, junto a otras medidas como el toque de queda, la ley seca y la militarización de las calles.
Pese a ello, varios ciudadanos no se toman en serio la cuarentena.
Por tales motivos el alcalde determinó que la fuerza policial aplicara un castigo de manera pedagógica. “En unas carpas que tiene la Policía a la gente que se encuentra en la calle las ponemos a hacer unas planas con una frase que dice: ‘debo cumplir cuarentena y no salir de la casa’”, declaró a la emisora Caracol Radio.
Tormenta de arena como castigo
En Brasil las fuerzas policiales se han visto obligados a emplear métodos para nada tradicionales debido la desobediencia de las medidas para evitar el contagio del Coronavirus. Una de ellas ha sido la producción de una tormenta de arena con las hélices de un helicóptero en la playa Galheta Beach para ahuyentar a los que violaban la cuarentena.