La guerra de Siria se ha convertido en un conflicto demasiado largo y con 380.000 fallecidos. Según el Observatorio Sirio que se encarga de defender los Derechos Humanos de la población, de esos 380.000, unos 115.000 serían civiles. Pero habría que contar la cantidad de 88.000 reclusos que han perdido la vida en las prisiones de Al Asad.

La guerra de Siria se inició hace nueve años y ya han muerto 380.000 personas, de las cuales serían 115.000 civiles, según datos presentados por el OSDH (siglas del “Observatorio Sirio por la defensa de los Derechos Humanos”), una ONG cuya sede está en la ciudad de Londres y se dedica a informar sobre lo que está sucediendo en el país.

El recuento solo tiene en cuenta a las personas fallecidas a causa de la guerra, de manera directa

Eso sí, han querido dejar claro que en este recuento, a pesar de lo alarmante que es, han quedado fuera, por ejemplo, los 88.000 muertos bajo tortura en las prisiones de Bashar al Asad, actual presidente de Siria, ya que estas personas no han muerto por causas relacionadas con la guerra, sino por culpa de la represión que sufre la población bajo el régimen de Damasco.

Pero, si se han contabilizado un total de 22.000 menores y unas 13.000 mujeres. En la gran mayor parte de los casos, los civiles que han fallecido durante la guerra lo han hecho por culpa de los numerosos bombardeos que ha llevado a cabo Rusia y la aviación que recibe órdenes por parte de Al Asad de atacar zonas con gran población civil.

Según el Observatorio Sirio, esta ha sido la estrategia llevada a cabo desde el principio del conflicto: atacar viviendas, escuelas, mercados o hospitales para provocar el terror en la población rebelde y, de esta manera, poder reconquistar aquellos territorios que habían perdido al principio de la guerra.

Los combates se mantienen en la provincia controlada por la milicia yihadista

El próximo 15 de marzo se cumplen nueve años desde el inicio del conflicto, ya que en el año 2011 se iniciaron las protestas masivas en la zona sur del país. Aunque Al Asad, gracias al importante apoyo de Irán y Rusia, ha logrado ganar el conflicto, no ha terminado en buena parte del país, ya que Damasco todavía no controla todo el territorio.

En estos momentos, Al Asad posee el control de dos terceras partes del territorio de Siria. La parte que falta está bajo el control de las milicias kurdas de las conocidas como YPG. Aunque, en esa parte, tras la operación realizada por Turquía el pasado mes de octubre, hay presencia de militares leales al gobierno de Damasco. Pero también hay miembros del frente rebelde sirio o de Hayat Tahrir al Sham, milicia de ideología yihadista. Estos últimos, muy cercanos al grupo terrorista Al Qaeda, han logrado controlar la provincia siria de Idleb, donde están teniendo lugar la mayor parte de los combates.