Un bebé de 11 semanas fallece posteriormente de ser amamantado por su madre. Se trata de un caso que tuvo lugar en Bucks, Pensilvania, donde la progenitora, quien responde al nombre de Samantha Jones, alimentó con leche materna a su pequeño hijo luego de consumir algunas drogas. Por tal motivo, la madre de 30 años está siendo acusada por homicidio criminal.

Conforme con la denuncia, el infante llamado R.J., “consumió a través de la lactancia materna una mezcla fatal de drogas”. El abogado defensor, Louis Busico, alega que Jones amaba de manera incondicional a su hijo, por lo que en sus intenciones nunca existió consideración alguna de dañarlo.

Desarrollo de los hechos

Samantha aseveró a los investigadores que cerca de las 3:00 am del 2 de abril del presente año, escuchó llorar a su hijo. En este mismo contexto, Jones dijo que, su hijo estuvo siendo amamantado principalmente, pero debido a la preocupación porque no estuviera tomando suficiente leche y no estuviese durmiendo de manera continua, habían comenzado a alimentarlo con fórmula. Conforme con la declaración jurada, Jones afirma que esa noche se sentía muy cansada para preparar el biberón, por lo cual decidió amamantarlo, luego se quedó dormida por unas horas.

El padre del bebé, Vincent McGovern, preparó una botella de fórmula antes de salir de su casa por la mañana, y lo dejó con Jones.

Ella recuerda haber alimentado a la criatura a las 6:30 am para luego colocar a R.J. en su cuna y continuar descansando. En el juramento, la madre asegura que una hora después despertó y entró en pánico al observar que su niño estaba en un estado pálido, también notó que de la nariz le salía un fluido sanguinolento.

En compañía de su madre, quien vivía en la misma casa, Jones llamó al servicio de emergencias, posterior a ello se le fue practicada la reanimación cardiopulmonar.

R.J. fue trasladado hasta el hospital en ambulancia, donde fue declarado muerto a las 8:30 am. Según los informes de la oficina forense, la autopsia concluyó que se encontraban rastros de anfetamina, metanfetamina y metadona en la sangre del infante, sustancias que contribuyeron a la muerte del pequeño.

Jones tenía prescripción para una de las drogas

Jones declaró a los investigadores que tenia recetada la metadona desde el embarazo para ayudarla a controlar su adicción a los analgésicos. Pero en ningún momento hizo mención al otro tipo de drogas encontradas en la sangre del bebé. Los detectives aplicaron estudios al último biberón con el que se alimentó a R.J., y no se encontró la presencia de sustancias ilícitas.

En una audiencia llevada a cabo el pasado miércoles, Kristin M. McElroy, vicefiscal del distrito, argumentó que el niño falleció por el consumo de anfetamina y metanfetamina a través de la leche materna. También informó que no alegan que haya sido un asesinato intencional, pero considera imprudente que la madre haya amamantado a R.J. sabiendo que en su organismo se encontraban las sustancias psicotrópicas.